Llamado de militantes Asiaticos contra las amenazas de guerra contra China

Los trabajadores, los jóvenes y los pueblos no quieren la guerra

¡No a la escalada guerrera!

Llamado de los militantes obreros de Filipinas, Japón, Taiwán, China (HK y China continental), Corea y Australia.

Cada semana que pasa los pueblos de la región del Mar de China contemplan la llegada de bajos nubarrones.

En Europa, la guerra en Ucrania entra en su segundo año con su cortejo de destrucciones y de horror. Se cuentan a decenas de miles de muertos ucranianos y rusos.

Y es sólo el principio: “La guerra en Ucrania sirve solo como un calentamiento”. “La gran crisis está por llegar” en la confrontación con China. (Almte. Charles A. Richard, del Comando estratégico de los Estados Unidos (Straton), en noviembre del 2022).

¡Todo se acelera!

27 de enero: El general estadounidense del ejército del aire Michael Minihan: “Mi instinto me dice que combatiremos contra China en el 2025”

14 de febrero: La guerra “puede durar muchos años”, declara el secretario general de la OTAN.

Son siempre los pueblos las víctimas de los conflictos sangrientos iniciados por las potencias. No sabemos cuáles serán las evoluciones en las semanas y meses venideros, pero un mecanismo se puso ya en marcha. Las maniobras militares se intensifican. Las provocaciones se multiplican. Es peligroso.

El gobierno filipino acaba de firmar un acuerdo que permite a los soldados estadounidenses acceder a cuatro bases suplementarias “en regiones estratégicas en el país” El secretario norteamericano de defensa, Lloyd Austin, se congratula de que de esta manera los Estados Unidos tendrán acceso a al menos nueve bases militares en Filipinas.

En Japón, los gastos militares se multiplicarán por dos entre 2023 y 2027, para alcanzar 43 billones castellanos de yenes (316 mil millones de dólares). Por primera vez, el país se dota abiertamente de armas ofensivas.

En Australia, un presupuesto de 575 mil millones de dólares, aplicable a lo largo de una década, será consagrado al refuerzo del aparato militar.

En Corea del Sur, durante su visita, el secretario norteamericano de la defensa, Lloyd Austin, anuncia un aumento de las maniobras aéreas conjuntas. Tuvieron lugar en el Mar Amarillo con un bombardero estratégico norteamericano y aviones de caza furtivos. El gobierno amenaza a los sindicatos. El presidente Yoon Suk Yeo, que prepara una reforma contra el código del trabajo, declara: “Si los sindicatos que se oponen a los ejercicios militares de Corea del Sur y los Estados Unidos se normalizan, nuestro mercado de capitales se desarrollará y el valor de las empresas aumentará automáticamente”

En todos nuestros países, la marcha a la guerra se combina con ataques violentos contra los derechos obreros, contra los sindicatos.

En todo momento nuestra región puede inclinarse hacia la guerra.

Su tamaño sería una catástrofe. En primer lugar, para el pueblo chino, quien no es responsable de esta situación. Y más allá para todos los pueblos de la región, y del mundo.

Hacemos nuestro el llamado de militantes y de trabajadores chinos (de China continental y de Hong Kong):

“Cualquiera que sea el pretexto, una guerra contra China será una guerra contra nuestro pueblo. Significaría un nuevo paso – desgraciadamente decisivo – hacia una tercera guerra mundial. Los jóvenes y los trabajadores chinos no quieren la guerra, tanto como, y de eso es- tamos seguros, los trabajadores estadounidenses, europeos y japoneses. Ellos quieren la paz. Los trabajadores del mundo entero no son nuestros enemigos. Son nuestros aliados en la lucha que llevamos para organizarnos libremente, para construir nuestras organizaciones independientes. Los trabajadores chinos, el pueblo chino, están opuestos a la guerra. Aspiran a la paz. En tanto que trabajadores chinos, estamos preocupados igualmente por las tensiones crecientes alrededor de la cuestión de Taiwán y por el hecho de que esas tensiones podrían conducir a una confrontación militar directa entre el mundo occidental y China. Los chinos de China continental y los de Hong Kong no consideran a sus hermanos y hermanas de Taiwán como enemigos y no quieren una confrontación con ellos. Es al pueblo chino, con todos sus componentes, y a él sólo, el decidir de su futuro. Eso significa que nos oponemos firmemente a toda intervención en el plano económico, político o militar de la parte de potencias extranjeras.”

“Hermanos y hermanas, camaradas del mundo entero, defiendan la resolución de los conflictos por medios pacíficos. Las guerras condenan a los trabajadores y a los pueblos a perder sus techos, sus empleos, y sus tierras. Los pueblos tienen la capacidad te tomar las cosas de propia mano sin ninguna tutela burocrática. Sepan que, al través de las huelgas y las manifestaciones, los trabajadores de nuestro país no han renunciado – a pesar de la represión – a luchar por sus derechos. En nuestro país, como en el mundo entero, es la movilización de los trabajadores, libremente organizados, quienes pueden oponerse a la marcha hacia la guerra. El combate contra la guerra, independiente- mente de todos los gobiernos, exige la independencia del movimiento obrero.”

Hermanos y hermanas, camaradas,

Los pueblos y los trabajadores del mundo entero están contra la guerra. Saben que ella significa siempre más opresión y explotación.

Unámonos contra la guerra y la explotación para imponer la paz y preservar el futuro de la humanidad.

China: Workers Tribune on China

Filipinas: Partido Manggagawa

Corea del Sur: Jeongmin Choi, Yong Seok Lee, Seraphina Cha MK

“Los trabajadores, los jóvenes y los pueblos no quieren la guerra. ¡No a la escalada de la guerra!”

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