Putin, sobre el levantamiento del grupo Wagner

Los Intereses que les son comunes, no son los nuestros

Editorial del Semanario Tribuna de los Trabajadores #396 28 de junio de 2013

Este periódico se abre dándole la palabra a militantes y organizaciones del movimiento obrero en Rusia y Bielorrusia. Y es que la situación en Rusia no se reduce al enfrentamiento entre un jefe mafioso y su amo; aún minoritarias, hay corrientes políticas que actúan, y que se sitúan del lado de una clase obrera que combate para defender sus derechos.

Putin lo dice a su manera en su comunicado del 24 de junio cuando evoca el 1917 para poner a todos en sobre aviso: ojo, la guerra civil puede desembocar en una revolución obrera.

Biden lo comprende. Informado con quince días de anterioridad de los preparativos de Prigojine, decide no decir nada para no comprometer la “estabilidad”, según los términos de sus voceros. Lo mismo pasa con Macron, quien se defiende de toda injerencia en esos eventos.

Evocando el espectro de Octubre de 1917, primera revolución obrera de la historia que expropia al capital de manera durable, Putin les recuerda a los dirigentes de las grandes potencias capitalistas que tienen intereses comunes.

La base del régimen de Putin, son las privatizaciones-saqueo que se precipitaron como una nube de saltamontes sobre la economía de la URSS hace unos treinta años. El desmantelamiento de la propiedad del Estado propició el nacimiento de gigantescas concentraciones de riquezas acaparadas por oligarcas parásitos que constituyen la base social de ese régimen.

Ciertamente, hay diferencias entre los regímenes políticos. El de Moscú no se reclama de la democracia política que, en principio, tiene lugar en Washington, Berlín o Paris. Aun cuando… en este último caso, el extravío antidemocrático, represivo y autoritario de la Va República se agrava todos los días.

Es cierto, hay diferencias… pero el imperialismo no esperó a Putin para multiplicar las guerras que arruinan y despedazan a naciones enteras, de Afganistán a Siria y de Irak a la ex Yugoslavia, sin olvidar las intervenciones militares neocoloniales de Francia en Mali y en otras partes.}Es cierto, hay diferencias… pero una misma base social: el régimen de la propiedad privada de los medios de producción, aunque eso no impide la guerra. Conocemos la frase del escritor Paul Valery: “La guerra: una masacre de personas que no se conocen, en beneficio de personas que se conocen pero que no se masacran”.

El episodio de los días 23 y 24 de junio en Rusia anuncia con toda certeza otros en un futuro. Incluido el riesgo de la dislocación de Rusia, como ayer las intervenciones imperialistas despedazaron Irak, Afganistán Libia y Siria. Eso no impide que Putin, Biden y Macron defiendan cada uno a su manera el derecho de los capitalistas a explotar a la clase obrera. Sobre un plano fundamental, sus intereses les son comunes.

De la misma manera que son comunes, más allá de las fronteras, los intereses de los trabajadores y de los pueblos de Rusia, Ucrania, Bielorrusia y del mundo entero.

Una exigencia nos une: ¡cese al fuego inmediato!

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