Artículo extraído de Tribuna de los Trabajadores #396, 27 de junio de 2023

Cientos de huelgas y mítines en los últimos seis meses.

A finales de noviembre del 2022, miles de obreros de Foxconn en Zhengzhou iniciaron una revuelta que duró dos días contra el no-pago de las primas prometidas y contra las medidas insuficientes de protección contra el Covid.  Se enfrentaron a un ejército de policías anti-motines, pero terminaron obteniendo la victoria.

En ese mismo período, miles de choferes de camión y de vehículos utilitarios se van a la huelga, coordinando sus esfuerzos a través de todo el país. Como lo habían hecho los huelguistas del promotor inmobiliario Evergrande y los repartidores de comida, los choferes reunieron una fuerza tal, que terminaron manifestando en muchas ciudades, en un país donde las manifestaciones están de hecho prohibidas…

Todas estas manifestaciones, en donde los trabajadores se organizan ellos mismos, nutrieron manifestaciones populares de miles de jóvenes y de trabajadores en muchas ciudades grandes, manifestaciones que forzaron al poder, en diciembre, a cambiar su política anti-Covid.

Enero del 2023. El final de la producción de materiales anti-Covid engendra nuevas manifestaciones ya que miles de obreros de esas fábricas de producción son despedidos de un día a otro. “Manifestaciones estallaron en todo el país”, escribe con inquietud un artículo del diario de negocios Financial Times el 25 de enero. ¿Y luego? Se han visto a pensionados manifestar en las calles en múltiples ocasiones y en muchas ciudades, cantando La Internacional, para defender su seguro médico en contra de una reforma del gobierno: obreros y obreras del ramo textil, del vestido, de la electrónica, de la construcción, del papel y otras deciden reunirse, irse a la huelga, avanzar sus peticiones y manifestarse. “La vida es dura ya que los trabajadores están tensos, deben enfrentar las necesidades de su familia. El patrón y los oficiales no comprenden lo que viven los trabajadores”, dice un obrero víctima de la deslocalización de su fábrica.

La situación económica está marcada por un aumento de la actividad más débil de lo previsto y por un desempleo enorme entre la juventud. Los conflictos estallan.

Mayo del 2023. La asociación de promoción de los derechos obreros China Labour Bulletin, que tiene enlistados una parte de los conflictos del trabajo, revela la existencia de 720 acciones de protesta (huelgas, manifestaciones, reuniones y peticiones) en un lapso de los últimos seis meses. Evocando “una ola de protestas en los sectores manufactureros”, la investigación constata que “se concentran en la industria electrónica orientada a la exportación, seguida por el vestido, los juguetes y el sector automotriz. Los trabajadores protestan contra los salarios y las ventajas sociales no pagadas, así como contra los despidos y las deslocalizaciones, y demandan una compensación financiera por estos cambios”.

Tres nuevas huelgas de choferes de camión tuvieron lugar en mayo, después de las habidas en noviembre pasado, en un gigante de la entrega por camión que cuenta con más de la mitad del mercado. China cuenta en efecto con alrededor de 84 millones de trabajadores precarios entre los mensajeros, repartidores, choferes que se mueven gracias a las plataformas de internet que reparten órdenes, del tipo Uber.

La organización de esos trabajadores pasa por la información y el intercambio en las redes sociales ya que el único sindicato autorizado, el ACFTU, que supuestamente debe ocuparse de las reivindicaciones, solo proporciona cuentas al Partido Comunista en el poder… Ejemplo: estalla una huelga de cinco días en abril en una fábrica de ropa y de zapatos deportivos contra la disminución de salarios. Un responsable del sindicato oficial local explica: “Nos adaptaremos en un inicio a los trabajos apropiados de nuestro comité del Partido y del gobierno municipal y, cuando la situación mejore, nos ocuparemos de ese asunto”. Los obreros no renuncian y saben que solo cuentan con sus propias fuerzas.

 Y el poder se aterroriza, él, que solo reza por la estabilidad social.