Gran Bretaña. ¿Aceptar nuevas pérdidas de salario, o continuar la huelga?

El debate continúa entre los maestros.

    Desde hace meses, el gobierno británico encara un movimiento creciente de huelgas en el sector público, y en particular en las escuelas a principios de julio.   El 13 de julio, el primer ministro Rishi Sunak concedió a los agentes públicos aumentos de salario, que representan, según él, “miles de millones de libras más allá de lo que el gobierno había previsto”. Las tasas varían según el sector (6.5% para los maestros). Fueron fijados siguiendo las recomendaciones de las “comisiones independientes” y continúan por debajo de la inflación.

   Para Sunak, “la oferta hecha hoy es definitiva (…) y ninguna huelga suplementaria cambiará nuestra decisión”. Y sin embargo, dos sindicatos de médicos del sistema público NHS denunciaron su insuficiencia y continúan la huelga.

   A la inversa, los dirigentes de cuatro sindicatos de la educación publicaron un comunicado común con Sunak y la ministra: “ASCL, NAHT, NASUWT y NEU van a proponer ahora este acuerdo a sus miembros, recomendándoles aceptar (…). Este acuerdo permitirá a los maestros y a los jefes de cada establecimiento poner un término a la huelga y reiniciar las relaciones normales con el gobierno”.

   El ejecutivo nacional del NEU aprobó este acuerdo, pero un tercio de sus miembros se pronunció por el rechazo. Un voto electrónico de los 510,000 sindicalizados será organizado del 18 al 28 de julio para definir.

   El debate sigue: ¿hay que aceptar más pérdidas salariales, cuando la huelga ha creado una verdadera relación de fuerzas? El financiamiento insuficiente de las medidas, ¿no va a pesar sobre los presupuestos a sobre cerrado de las escuelas, de las cuales un tercio está ya al borde de la quiebra, produciendo más cortes en los empleos y en los créditos pedagógicos?

Michael Jouteux

En la discusión.

“No podremos afirmar que esta oferta es buena cuando no lo es. ¡Seamos valientes y rechacémosla!”

    En pocos días, los sindicalistas se reagruparon en el seno de “¡Maestros dicen NO!”, quien tuvo el 17 de julio una videoconferencia con 1,000 participantes -límites técnicos impedían la conexión con otros 1,500- a lo largo de la cual diecisiete militantes intervinieron.

   Louise Lewis, miembro del comité ejecutivo del NEU, echó abajo el chantaje del gobierno: “Esta oferta sería válida solamente si el ejecutivo hace valer frente a los sindicalizados que es la mejor que puede ser obtenida por la negociación (…). Pero ya nos habían dicho eso en la oferta precedente (4.3%) que habíamos rechazado con el consenso de los sindicalizados (…). No podremos explicar que esta oferta es buena cuando no lo es. Seamos valientes y rechacémosla, como lo hicieron los médicos del NHS”. En dos días, los sindicatos NEU de unos veinte distritos tomaron posición por el rechazo.

   Daniel Kebede, futuro secretario general del sindicato, se expresó en favor de la firma: “Ustedes son un grupo de militantes sindicales que cuentan mucho (…). Hicieron que el gobierno pasara de 3.5% a 6.5% y obtuvieron fondos suplementarios para las escuelas. ¿Es que eso está a la altura de la inflación? No. ¡Eso restablece nuestro poder de compra? No. Pero tampoco es una derrota.” Luego explicó que en caso de voto favorable una nueva huelga sería eventualmente programada para el otoño… del 2024.

   Mary Bousted y Kevin Courtney, secretarios generales actuales, publicaron un video que iba en el mismo sentido: “Hemos trabajado desde hace cuarenta años en los sindicatos de maestros, de los cuales treinta de ellos a la cabeza (…). Deberían votar por el SI a la consulta sobre la oferta del gobierno (…), deberían acumular los avances ya obtenidos por ustedes y recomenzar en el otoño una campaña para el financiamiento de las escuelas y mejores salarios.”

   En un grupo de discusión de más de 700 responsables y delegados de establecimiento, las reacciones fueron: “Soy nuevo en la acción sindical, Kevin y Mary tienen mucha más experiencia que yo y los respeto profundamente por todo lo que han hecho (…). Pero cuando un sindicato llega a un mal acuerdo, eso me entristece porque son los trabajadores quienes perseveran en la acción y son privados de su fuerza.”

   Otra: “El aumento ya fue acordado. Ya se ha acumulado: ¡bravo por la NEU! Por lo que votamos, es por poder continuar la huelga este otoño por un aumento más allá de la inflación y totalmente financiado (…). Se nos decía que no obtendríamos más del 3.5%, luego que el 4.3% era la oferta final, y ahora tenemos el 6.5%… Entonces, ¡continuemos!”. Este debate se prosigue en las instancias, comités de huelga y en las asambleas generales de las escuelas… Regresaremos.

M.J. Con nuestros corresponsales.

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