
¿Dónde está la contraofensiva del ejército ucraniano? “Los combates son difíciles y las pérdidas importantes de ambos lados” dados los territorios extremadamente limitados que se ganan, señala el sitio de estrategia militar La voie de l´´epée del 31 de julio. El sitio añade que las declaraciones del gobierno de Zelensky se colocan “al mismo nivel de exageración grosera que la de los oficiales rusos”.
Sin embargo, ¡la OTAN ha puesto todos los medios para la contraofensiva!, y no ha terminado: Biden acaba de solicitar una nueva extensión de 13 mil millones de dólares. En el sistema capitalista, a cada dólar invertido debe corresponder un retorno sobre la inversión. Y los cientos de miles recibidos de la parte de los países de la OTAN por Zelensky se tardan en dar los resultados esperados. Entonces los dientes rechinan, como los del alto diplomático citado por la CNN el 8 de agosto: “Si (el ejército ucraniano, ndlr) no ha estado en medida de dar nuevos pasos en estos últimos siete u ocho semanas, ¿cuál es la probabilidad de los haga de repente, con fuerzas más cansadas?”
Cansados, los soldados lo están, de ambos lados del frente. Del lado ruso, las revueltas continúan en el ejército, como esos sesenta soldados originarios de Orenbourg que protestaron en un video en estos términos: no reciben su sueldo mientras que, dicen, “no podemos ya pagar nuestras rentas, el gas y la electricidad para nuestras familias, nuestros hijos y nuestros nietos.” Y, sin embargo, ¡en el primer semestre del 2023 el Estado ruso utilizó la tercera parte de su presupuesto para los gastos militares!
Del lado ucraniano, cada vez más numerosos son los trabajadores y los jóvenes que buscan escapar a la movilización en el ejército*. En Kharkov, los canales Telegram son muy populares, y a través de ellos uno se informa para escapar a las patrullas las cuales, en la ciudad, están a la caza de desertores. Un suscriptor escribe: “La manera en que se nos recluta en el ejército, acosándonos como a un criminal y secuestrándonos a plena luz del día en el centro de la ciudad, nos desmoraliza de todo deseo de combatir. ¿Y por qué combatir para nuestros altos funcionarios corruptos?” Frente a las redadas de los militares, escribe otro, “son sobre todo las mujeres las que hacen alboroto, se enfrentan a las patrullas y protestan abiertamente”.
Los militantes anarquistas de Kharkov comentan: “A aquellos que intentan escapar al ejército los acosan hasta en los bosques, con rifles y perros… como en un antaño acosaban a los esclavos negros evadidos de las plantaciones del Mississippi (…). Los médicos militares declaran a todo el mundo “apto para el servicio”. Qué quieren ustedes, ¡las fábricas de Donbass de un tal Akhmetov (el más rico oligarca de Ucrania) y el palacio en Yalta de su servidor a la cabeza del Estado (Zelensky, ndlr) no se van a liberar solos!”
Pero los jóvenes ucranianos, a la par que sus hermanos rusos, no quieren morir por los oligarcas: “De ambos lados del frente, son cada vez más numerosos los que se rehúsan a combatir”.
Dominique Ferré
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*Enfrentado a este rechazo creciente a la movilización, Zelensky acaba de “solucionar el problema”: despidió a todos los comisarios militares encargados del reclutamiento, acusándolos de corrupción. No está asegurado que eso sea suficiente para convencer a los trabajadores y a los jóvenes de hacerse alistar para el frente.

