Ucrania. La guerra continuará… ¿hasta el 2025?

 Como director de inteligencia militar francesa, el general Langlade de Montgros, en una audición del 12 de julio en la Asamblea Nacional, explicó que “no es imposible que el conflicto ucraniano se prolongue hasta el 2024, incluso, hasta el 2025”. Según este personaje bien informado, “la contraofensiva ucraniana (…) contribuye al desgaste de los dos beligerantes”. Como “desgaste” … debe entenderse: el sacrificio de decenas de miles de jóvenes ucranianos y rusos por intereses que no son suyos. Aunque, por el contrario, como es sabido, no hay “desgaste” de las ganancias para la industria del armamento que registra records a partir del desencadenamiento de esta “guerra sin fin”.

   En Rusia como en Ucrania, y a pesar de la represión, se expresa el hartazgo hacia este baño de sangre.

   En Rusia, el régimen de Putin ya entró en una crisis abierta desde la rebelión abortada de Wagner, y el gobierno se prepara para hacer votar en el parlamento (Douma) una enmienda al artículo 328 del código penal cuyo objetivo es el de criminalizar la desobediencia a la orden de movilización en las filas del ejército, castigándolo con cinco años de prisión o trabajos forzados. Mientras que la campaña de movilización militar de septiembre del 2022 está oficialmente concluida, este endurecimiento de la ley, ¿anuncia una nueva ola de inminente de movilización?

  Eso fue suficiente para que en las siguientes cuarenta y ocho horas una veintena de oficinas de reclutamiento militar fueron incendiadas a través del país. Desde Oulan-Oudé hasta Kalouga, pasando por Omsk y Saratov, el perfil de los incendiarios detenidos (e inmediatamente puestos en prisión) es revelador. Aquí, una madre de familia; allá, un jubilado de 80 años; en otros lados, estudiantes de secundaria de 14 o 15 años… Son los jóvenes, las mujeres, los trabajadores “gente como todo el mundo” los que se lanzan en acciones desesperadas para expresar su rechazo hacia la guerra.

  ¿Y del lado ucraniano? En un reportaje de nuestros corresponsales, Ouest France (28 de julio) informa: “El fervor patriótico de la primavera del 2022 se ha atenuado. Se debe a las pesadas pérdidas ucranianas y a las necesidades crecientes de un país de 43 millones de habitantes. En la lista de secretos militares ucranianos, existen dos que nos ponen de malas: el número de muertos y heridos en combate y el de reacios que rechazan ir al frente (…) ¿Cuántos son? Es muy difícil de decir… Algunos se han ido del país, tomaron la ruta hacia Polonia y hacia otros lados con sus familias, que no quieren abandonar. Otros viven una vida casi clandestina para escapar a los controles. En efecto, en las calles ucranianas, las patrullas militares verifican los papeles de los hombres en edad de combatir, para saber si se registraron en el centro de reclutamiento más próximo, esto en virtud de la ley marcial que entró en vigor desde el 24 de febrero del 2022”

   Una sola conclusión se impone para todas las organizaciones que se reclaman de los trabajadores: ¡cese al fuego inmediato y sin condición, detengan las masacres!

Dominique Ferré

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