La OTAN quiere continuar la guerra… hasta el último soldado ucraniano

Artículo extraído del Semanario del Partido de los Trabajadores (Francia): Tribune des Travailleurs #436, 17 de abril de 2014

El 11 de abril, la Rada suprema (Parlamento ucraniano) adoptó un proyecto de ley sobre el reforzamiento del reclutamiento con 283 votos contra 223. El objetivo proclamado por Zelensky a finales de diciembre fue el de alcanzar los 500,000 nuevos reclutas para enviarlos a la carnicería del frente.

El documento sometido al voto de la Rada agrava las condiciones para ser movilizado, mientras que, desde ya, cientos de ciudadanos son atrapados cada semana en las calles de las ciudades y pueblos por las brigadas de los TTsK (centros de alistamiento militar).

Para empeorar las cosas, en el último minuto la Rada retiró del proyecto de ley la disposición según la cual los soldados que hayan combatido durante tres años serían desmovilizados. Una “cachetada en la cara de los militares y de sus familias”, protestó la diputada de oposición Irina Guerachenko. Y es que estos últimos meses las reuniones de mujeres y de madres de los soldados se multiplicaron en Ucrania para reivindicar esa desmovilización.

Citado en la prensa ucraniana, el politólogo Ihor Reyterocitch comenta: “Este proyecto de ley tiene un significado en principio político para mostrarle a Rusia y a nuestros socios internacionales que Ucrania está dispuesta a combatir, a resistir, a buscar recursos humanos y a utilizar esos recursos al máximo en el frente.” Los jóvenes ucranianos, enviados por miles a matadero, apreciarían ciertamente ser llamados “recursos humanos” necesarios para “asegurar” a la OTAN que continuarán a combatir para ella. Sin embargo, el politólogo no esconde su inquietud: “Desde luego, hoy en día nadie (en el frente, ndlr) está dispuesto a tirar las armas y regresar a su casa (…). Pero no debemos ocultarlo: hay un problema de motivación. Los que combaten en primera línea van a perder su motivación, así como los que se van a movilizar. La Rada deberá resolver ese problema con otras leyes, ya que habrá inevitablemente descontentos. “

En realidad, el descontento ya está ahí. En Ucrania, aparecen videos en las redes sociales, como el de Andrei Kolstov, conductor de camión de 55 años en la región de Kiev, golpeado frente de su esposa por los sargentos de reclutamiento del TTsK. En muchas regiones, desde Rivne en el noroeste hasta Odessa, al sur, o en Transcarpatía, grupos de pobladores, mujeres y hombres se dan a la fuga de los sargentos reclutadores que llegan a distribuir entre los hombres en edad de combatir sus convocatorias para el frente.

Pero a la OTAN importa poco, mientras Zelensky sea capaz de abastecer los hombres necesarios para la guerra contra Rusia, guerra imperialista que es aprovechada por los oligarcas y los capitalistas de ambos campos. Decidiendo, en su reunión de los ministros de política exterior los 3 y 4 de abril, la creación de un fondo de cien mil millones de euros “para los próximos cinco años”, la OTAN dio a entender que es bien su intención la de hacer durar esta guerra. “Es la primera vez que la OTAN interviene oficialmente en el conflicto”, resalta el Canard enchiné del 10 de abril, ya que “la coordinación de entregas de armas será próximamente transferida a los servicios de la OTAN y no, como es el caso hoy, por los diferentes aliados de Ucrania”. Un nuevo escalafón se ha superado en esta guerra.

   El interés de los trabajadores de todos los países es el de romper la “unión sagrada” de aquellos que hablan en su nombre con los gobiernos fabricantes de guerras.

Dominique Ferré

Deja un comentario