Es una y solo una guerra la que hay que combatir

Es una y solo una guerra la que hay que combatir.

Editorial de Tribune des Travailleurs #438, 30 de abril de 2024, semanario del Partido de Trabajadores (Francia)

En los momentos en que redactamos estas líneas, el mundo tiene los ojos fijos hacia Rafah. Si la intervención anunciada del ejército israelita tuviera lugar, haría miles de víctimas, añadiéndose a las casi 40,000 muertes ya provocadas.

Paralelamente, la guerra se intensifica en el centro de Europa. Macron salta de nivel proponiendo una “defensa europea” internacionalizando el arma nuclear.

 El mundo marcha hacia la guerra…

Y sin embargo, aquellos que “desde la izquierda” condenan el apoyo aportado por los gobiernos capitalistas a Netanyahu se rehúsan a condenar el apoyo otorgado por los mismos gobiernos a Zelensky. Los mismos que, “desde la izquierda”, piden detener las entregas de armas a Israel se rehúsan a condenar las entregas de armas a Ucrania. Peor, en el Congreso estadounidense, como en el Parlamento europeo, esos “diputados de izquierda” votan por la entrega de armas.

 ¿Las dos cuestiones pueden separarse? Sometiendo al voto en el mismo día y en un mismo movimiento los 61 mil millones de dólares de “ayuda a Ucrania” y los 26 mil millones a la “ayuda a Israel”, Biden habló claramente: es una sola y misma guerra la que embate contra los trabajadores y los pueblos.

Macron lo sabe, miembro de la misma alianza de la OTAN, dirigida por el imperialismo americano.

Se nos objeta a veces: “Ucrania no es lo mismo” ya que, enfrente, Putin la amenaza. Que Putin sea un enemigo de la clase obrera, de la democracia y de las libertades, no hay ninguna duda. Pero ¿quién puede creer que es por amor a la libertad y a la soberanía de  los pueblos que Macron financia la guerra en Ucrania? Si su motivación fuera la de ayudar al pueblo sometido a la invasión extranjera, ¿por qué no arma mejor al pueblo Palestino quien, desde hace setenta y cinco años es víctima de la colonización israelita?

No, nadie puede creer que Macron y Biden están motivados por el amor y la libertad. Es la preservación del “orden” imperialista lo que los lleva a intervenir en el Medio Oriente detrás de Netanyahu. Es para defender los intereses de los oligarcas de Washington y de Paris contra los de los oligarcas de Moscú lo que hace que intervengan en Ucrania.

 Biden, Macron y Putin están de acuerdo en un punto: las “grandes potencias” tienen el derecho de decidir en lugar de los pueblos. Su desacuerdo se concentra en un punto: ¿las decisiones deben ser tomadas en Washington, o en Moscú?

La política de cada gobierno imperialista forma un todo. En lo que concierne a los trabajadores y a los jóvenes en Francia, constatan que este gobierno de Macron lleva al exterior una guerra para defender los intereses capitalistas de la misma manera que lleva una guerra en Francia contra los intereses de los trabajadores y de la juventud.

 He aquí por qué la consigna de “¡Ni una moneda, ni un arma ni un solo hombre para la guerra!” se opone tanto a la política de Macron al exterior -en Medio Oriente, en Europa central, en África…- que a su política al interior contra los trabajadores y la juventud.

Daniel Gluckstein, 30 de abril de 2024

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