
Editorial del # 442 de LA TRIBUNE DES TRAVAILLEURS (15 de mayo de 202) Semanario del Partido de Trabajadores francés
Lunes 27 de mayo: un día después de la masacre en Rafah por parte del ejército israelita, y cuando civiles palestinos viven refugiados en tiendas de campaña, Macron se declara “indignado”. Exige un “cese al fuego inmediato”. Pero, ¿decide entonces prohibir los envíos de armas a Israel? ¡De ninguna manera!
Lunes 27 de mayo: se conoce que, en virtud de un acuerdo entre los gobiernos francés y ucraniano, instructores franceses van a partir incesantemente a Ucrania para formar a sus soldados. La historia nos enseña, lo hemos visto en Vietnam, que los instructores militares enviados al extranjero terminan siempre, en un momento u otro, por no solamente contentarse con instruir, sino por involucrarse en el combate.
Lunes 27 de mayo: reunida en Sofía (Bulgaria), la Conferencia de los Estados miembros de la OTAN se pronuncia -incluido el gobierno francés- por el levantamiento de las restricciones a la utilización de armas occidentales contra objetivos en territorio ruso.
Acontecidos en el mismo día, estos tres hechos ilustran la determinación de Macron por involucrar cada vez más al pueblo francés en la guerra.
Días antes, su Primer ministro Attal se había encargado de anunciar una nueva reforma a la seguridad contra el desempleo. Objetivo declarado: privar de sus derechos a decenas de miles de desempleados -particularmente a los adultos mayores en edad de trabajar y a los jóvenes- condenándolos así a la indigencia y a la miseria.
Guerra al interior, guerra al exterior, es el tema recurrente de este gobierno. Guerra al exterior para alimentar la masacre que golpea a los pueblos en Ucrania, en Rusia y en Palestina; guerra al interior contra los trabajadores, los jóvenes y sus derechos.
Nada podría justificar que las organizaciones y partidos políticos, que se reivindican de la tradición del movimiento obrero y democrático (o que tienen en él su origen), aporten el menor apoyo a Macron. Al contrario, toda su política llama a la realización de la unidad para combatirlo.
Sin embargo, esta jornada del lunes 27 de mayo se terminó con un curioso debate televisado entre las principales cabezas de listas a las elecciones europeas. Escuchamos de los representantes de las diferentes listas “de izquierda” que iban a converger con la lista macronista para hacer de Bardella (extrema derecha, ndlt) su adversario común.
Que sea necesario interponerse en la ruta de la extrema derecha e impedirle llegar al poder para aplicar su política ultra-reaccionaria y racista, es una evidencia. Pero no es reconstituyendo sin decirlo una especie de “frente republicano contra el RN” como lo lograrán. Y es que, en todos los dominios, la política de Macron está al servicio de la guerra y de la explotación; toma prestado el programa de la extrema derecha y le abre el camino.
Defender la democracia y los derechos de los trabajadores, combatir por la paz, exige realizar la unidad contra Macron y su política. Ya sea que se trate de su apoyo a Israel y de su voluntad de llevarnos a la guerra en Ucrania. O que se trate de forjar la unidad de los trabajadores y los jóvenes para imponer el retiro de la infame reforma contra los desempleados.

