Editorial de La Tribune des travailleurs n°449 – 17 de julio de 2024 Semanario del Partido de los Trabajadores francés

En el momento de escribir estas líneas, nadie sabe cuál será la composición del próximo gobierno ni cuándo se anunciará. Todas las hipótesis están sobre la mesa, desde un gobierno de coalición entre la derecha y los macronistas hasta un amplio “arco republicano” desde el Partido Socialista y los Verdes hasta la derecha y los macronistas. Otra hipótesis: Macron haría durar lo más posible un gobierno “técnico” encargado de “expedir los asuntos cotidianos” hasta… una probable disolución en julio de 2025.

Una posibilidad parece alejarse cada vez más: es la formación de un gobierno formado con los partidos del Nuevo Frente Popular (NFP), a pesar de que salieron vencedores el 7 de julio.

¿Cómo entenderlo?

No es sorprendente oír al MEDEF [confederación patronal -ndlt] y a otros portavoces del capital financiero lamentarse el desastre que es el programa del NFP. Para ellos, la más mínima mejora de la situación de los asalariados, por limiyada que sea, por respetuosa que sea con la V República y el régimen capitalista… ¡es demasiado!

Pero, ¿cómo entender la lucha feroz que libran los distintos componentes del Nuevo Frente Popular, una lucha cuyo vencedor se conoce de antemano: Macron y, por tanto, ¿la clase capitalista cuyos intereses representa? Vale decir que todos contribuyen a esta situación. Cualquier propuesta de un nombre para el puesto de Primer inistro provoca una tensión y una división renovadas. Es una verdadera escalada. “Imposible” es la palabra que parece dominar los “intercambios” entre los partidos miembros del NFP.

Los trabajadores y los jóvenes que votaron masivamente por los candidatos del NFP asisten consternados a este espectáculo. Se preguntan: “¿Estos dirigentes de izquierda quieren realmente gobernar para aplicar su programa?”

La noche de la segunda vuelta, Jean-Luc Mélenchon declaró que sería necesario aplicar “el programa del PFN, todo el programa, nada más que el programa”. Pero cinco días más tarde, el 12 de julio, al término de una reunión de sus partidarios en sus oficinas del 87, rue du Faubourg- Saint-Denis, llamó a “la conquista del poder, conocemos la fecha y los medios, es 2027 y son las elecciones presidenciales”. Si es 2027, no es 2024… ¿A quién le importa el voto del 7 de julio, a quién le importan tres años más con Macron y sus políticas?

En cuanto al Partido Socialista y los demás componentes del Nuevo Frente Popular, saben que al proponer como primer ministro a una “personalidad de la sociedad civil”, que unos días antes pedía una alianza con los macronistas, avivan el fuego de la división.

Todos están dando la espalda al mandato que recibieron del voto popular de millones de mujeres, hombres y jóvenes el 7 de julio. Todos eluden sus responsabilidades.

Y mientras tanto… Macron gobierna. ¿El regreso a la escuela dentro de unas semanas? Es la que prepara Nicole Belloubet, [ministra de la Educación Nacional -ndlt], para lo que faltarán decenas de miles de profesores y personal encargado de apoyar a los  niños  con  discapacidad.

¿Guerra en Ucrania? Macron acaba de destinarle otros 2 300 millones de euros suplementarios. ¿El decreto contra los desempleados? Se publicará en breve. ¿La ley Darmanin contra los inmigrantes? Los decretos de aplicación serán publicados hoy, 16 de julio. Añádase a esta lista la Corte de Cuentas, que prescribe otros 50 000 millones de euros de recortes para el presupuesto de 2025, y Le Maire [ministro de Finanzas -ndlt], que recorta otros 5 000 millones del presupuesto actual… Y el anuncio de una nueva reforma de las pensiones por jubilación, ya que la del año pasado no habría sido suficiente..

Todavía no hay nada decidido.

Los trabajadores, que el 7 de julio votaron tienen derecho a decirles a esos por quienes votaron: “¡Ya no se dividan! ¡Formen un gobierno de sus partidos para aplicar el programa que sometieron al voto popular! De lo contrario, si persisten en dar la espalda al mandato, si pisotean la democracia que ustedes reclaman para vosotros, deben saber que los trabajadores tratarán de satisfacer sus reivindicaciones a través de su propia lucha de clase. Lo harán sin ustedes, preservando la independencia de sus sindicatos, que no tienen nada que hacer arrastrados por vuestras divisiones”.

Sea cual sea el resultado inmediato, la V República ha muerto.

Sea cual sea el resultado inmediato, habrá que formar un gobierno obrero de ruptura para abolir la función monárquica del presidente de la República, que tiene todos los poderes, y barrer la propia V República.

Sea cual sea el resultado inmediato, la clase obrera debe permanecer unida y fuerte, con sus organizaciones, para hacer prevalecer sus intereses y aspiraciones. Y para imponer finalmente un gobierno propio, sin Macron ni la patronal.       

Daniel Gluckstein, 16 de julio 2024, 18.00 h