
La movilización de estudiantes, y después la entrada en escena de la clase obrera hicieron caer al gobierno de la Liga Awami.
¿Y ahora?
Todas las informaciones que nos llegan de Bangladesh lo confirman: la movilización de estudiantes, durante las últimas semanas, se ha unido con lo que se puede llamar el inicio de la revolución obrera. Esto se expresa con fuerza, en particular en la jornada del 4 de agosto durante la cual cientos de miles de trabajadores convergieron en la capital. Es precisamente en relación con esta apreciación que el ejército organizó la huida en helicóptero de la Primer ministra Sheikh Hassina y de su familia, refugiados en su palacio. A partir de entonces, precipitadamente, todas las fuerzas institucionales en Bangladesh como en la región y a escala internacional buscan encontrar una solución para restablecer un régimen que asegure la “estabilidad” con el fin de pueda ser reiniciada la explotación de los trabajadores del textil.
El 8 de agosto, el economista Muhammad Yunus, que regresó del exilio, se puso a la cabeza de un movimiento provisional anunciando que restauraría “la ley y el orden”. El gobierno de los Estados Unidos le dio inmediatamente su apoyo y se declaró listo a trabajar con él. La encargada de los asuntos en la Embajada estadounidense en Dacca (capital de Bangladesh) asistió por su lado a la ceremonia en la cual Yunus presentó a su gobierno provisional. La Unión Europea hizo saber por una declaración del responsable de su diplomacia que “se alegra de trabajar con la nueva administración.”
Por su lado, Yunus lanzó un llamamiento a la “unidad del país” y anunció que iba a organizar elecciones “en algunos meses”.
Nuestros corresponsales constatan: “Las transformaciones en curso confirman los análisis del fundador de nuestro partido, nuestro recordado camarada Tafazzul Hussain. La Liga Awami, como el BNP (Bangladesh National Party) están principalmente controlados por las potencias imperialistas y las empresas multinacionales. Eso es verdad igualmente de la Jamaat-e-Islami. Es por ello que no ha podido construirse un movimiento anti-imperialista fuerte y que ningún gobierno ha podido responder a las necesidades fundamentales del pueblo. A la inversa, los partidos políticos de izquierda se han beneficiado de diversas ventajas uniéndose al partido gubernamental. Ellos han privilegiado siempre formar parte del poder con el gobierno burgués de Hassina”. Esta fidelidad de los partidos que se reclaman de la clase obrera al gobierno de la Liga Awani se expresó en su totalidad y a fondo.
En el momento en que escribimos esto, muchos elementos son todavía inciertos. Los representantes de las organizaciones sindicales, ¿aceptarán integrarse de una manera u otra en el nuevo gobierno? “Dirigentes sindicales estaban presentes en la ceremonia de investidura del gobierno interino, pero no conocemos los acuerdos a los que llegaron”, explica uno de nuestros corresponsales.
Una cosa es cierta, miles de estudiantes continúan reuniéndose, discuten y se organizan. Los obreros aspiran a que el poder de las multinacionales termine y finalice la explotación. Regresaremos.
13 de agosto del 2024
La redacción de La Tribune des Trabailleurs,
Con nuestros corresponsales en Dacca y en Chittagong

“¡Este país no está en venta!” (Tafazzul Hussain, en el 1003)
Tafazzul Hussein, fallecido en 2006, fue uno de los fundadores de la sección de la IV Internacional en Bangladesh. Con otros, participa en la dirección del Partido Democrático de los Trabajadores (PDT). En el 2003, se expresaba en la revista de la IV Internacional sobre la situación de su país (extractos).
Después de las elecciones generales de 2001 que le daban el poder al Bangladesh National Party (BNP), el país fue colocado de hecho bajo la administración estadounidense*. La embajadora americana, Mary Ann Peters, fija un programa de tareas para el nuevo gobierno, extendiéndose por un período de cien días. En ese programa, estaba escrito que la primera tarea del gobierno era proceder a una privatización generalizada de la industria y los servicios, y transferir a las compañías estadounidenses el gas y el petróleo de Bangladesh. Cada quince días, había reuniones entre la embajada y los representantes gubernamentales para evaluar lo que se había hecho y lo que quedaba por hacer (…). Los dos más grandes partidos de la burguesía, el BNP, hoy en día en el poder, y la Liga Awami, que detentaba el poder antes de las últimas elecciones, tienen fundamentalmente la misma política (…). Los dos partidos que tienen su origen en el partido estalinista en Bangladesh, el Communist Party of Bangladesh y el Workers Party, recomiendan una alianza con la Liga Awami. Nosotros nos opusimos, ya que, sobre el conjunto de cuestiones ligadas a la privatización y a la subordinación al FMI y al imperialismo americano, la Liga Awami mantiene la misma política que el BNP. Es por otra parte esta política la que la Liga Awami ha practicado cuando estaba en el poder. Es sobre el terreno de la independencia política que puede llevarse a cabo el combate para salvar al país del desastre y de su pillaje total por el imperialismo. Los trabajadores quieren resistir. Ya tuvo lugar una larga marcha a través dl país bajo la consigna del rechazo de entregar nuestros recursos energéticos al imperialismo americano. Y miles de trabajadores se dirigieron a Dacca y a Chittagong, en donde tuvo lugar un gran mitin para denunciar la entrega del puerto de Chittagong a la voracidad de las multinacionales americanas. El PDT, con otros, se comprometió en la preparación de una conferencia nacional en Chittagong alrededor de un llamado que proclame: “¡Este país no está a la venta! ¡Salvemos nuestro puerto, salvemos nuestro país!”
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*El BNP y la Liga Awami han dirigido al país alternativamente.

