Editorial del #453 del semanario LA TRIBUNE DES TRAVAILLEURS, editado por el Partido de Trabajadores francés

Cuando el 19 de agosto Zelensky declara que “nadie estaba al corriente de nuestros preparativos de invasión del territorio ruso”, nos recuerda su profesión de antes de presidir Ucrania: la de un actor cómico.
¿Nadie estaba al corriente de esta invasión perpetrada por soldados entrenados con anterioridad en Francia y en Alemania y equipados de pies a cabeza (incluidos los tanques) por la OTAN? Vamos, hombre…
En un principio Zelensky la había considerado una operación puntual. Quince días después, 1,200 Km2 de tierras rusas son ocupadas bajo la administración militar ucraniana. Prueba de una ocupación “puntual” destinada a durar…
En realidad, es la OTAN quien ocupa y traspasa la guerra al territorio ruso. Una guerra en la cual las grandes potencias capitalistas se implicaron desde hace treinta meses en nombre de la “defensa de una Ucrania agredida”. Y, sin embargo, hay que constatar esta nueva realidad: “la invasión del territorio ruso” reivindicado por Zelensky.
Actuando ellos también en esta comedia del “no estar al corriente”, los dirigentes estadounidenses se congratulan entre ellos plácidamente, en un consenso total entre republicanos y demócratas. Es verdad que eso va en el sentido de los intereses bien claros de las cumbres del capital financiero de los Estados Unidos. Nunca escondieron su voluntad de apartar a los oligarcas de Moscú para proceder ellos mismos a la explotación del pueblo ruso y al pillaje de los inmensos recursos del país.
De hecho… ¿dónde están todos aquellos que, en febrero del 2022, denunciaban la agresión de Putin contra la soberanía de Ucrania, sin decir una sola palabra en contra de los padrinos occidentales de Zelensky? Raphaël Glucksmann, Manon Aubry, Marie Toussaint, ustedes son los representantes oficiales de la “izquierda” francesa en el Parlamento Europeo. Ustedes votaron hace cinco semanas su resolución animando a Zelensky a extender la guerra y llamando a financiarla.
¿Dónde están ahora? ¿Dónde están sus llamados vibrantes al respeto de la soberanía de los pueblos cuando los tanques de la OTAN invaden el territorio ruso? ¡Vuestro silencio de hoy habla del crédito que hay que darle a vuestra inspiración lírica sobre la libertad y la justicia!
La realidad de una guerra es su contenido de clase. La guerra opone los oligarcas capitalistas de Moscú a sus adversarios de Washington. Todos aquellos que arremeten por la continuidad de la guerra se vuelven el relevo de un grupo de bandidos capitalistas contra otro grupo de bandidos capitalistas.
Rusos o ucranianos, franceses o estadounidenses, los trabajadores no tienen el menor interés en la continuación de esta guerra. Desde febrero de 2022, escribíamos en estas columnas: “¡Tropas rusas, fuera de Ucrania, tropas de la OTAN, fuera de Europa!” No tenemos nada qué modificar, sino precisar: “¡Tropas de la OTAN fuera de Europa!” implica “¡Tropas ucranianas, fuera de Rusia!”. Y que el dinero de la guerra regrese a los hospitales, a las escuelas, a la vivienda. En una palabra: ¡hacia las necesidades de los pueblos de todos los países!
¡A la vida y al futuro, y no a la guerra y al vacío!

