
Tres años después de la reinstalación por Biden de los talibanes en el poder.
“Prohibición de hablar en público”, “prohibición de cantar”, tipo de vestidos que deberán utilizar… El régimen de los talibanes acaba de dictar una nueva serie de leyes represivas contra las mujeres. Estas últimas ya han sido excluidas del espacio público por los talibanes: expulsadas de las escuelas, de las universidades, de los medios del trabajo y de todos los lugares públicos.
Hace tres años, en agosto del 2021, después de tres años de ocupación militar de Afganistán, el imperialismo americano retiró sus tropas. Por un lado, porque no conseguía controlar el país, y por el otro, porque le era necesario reorientar su dispositivo militar para preparar su confrontación con Rusia y con China. En nombre de los acuerdos que la administración Trump había pasado con la milicia oscurantista de los talibanes, en Doha (Qatar), la administración Biden reinstaló a los talibanes en el poder en Kaboul. Estos últimos inmediatamente se vieron enardecidos en aplastar todo movimiento de protesta y multiplicaron las medidas de exclusión de las mujeres de todo espacio público. Cientos de militantes, en particular las del movimiento espontáneo de las Mujeres Afganas (SMAW), fueron asesinadas, encarceladas, torturadas o bien deben vivir desde entonces en la clandestinidad para escapar a la represión.
Los responsables talibanes se habían comprometido en Doha a no poner en entredicho los intereses estadounidenses. Obtuvieron a cambio 40 millones de dólares, cada semana, de la parte del gobierno estadounidense, gracias a los cuales mantienen el “orden” persiguiendo a las mujeres y a las organizaciones democráticas. Como una prueba de la complicidad de la “comunidad internacional”: nunca la moneda nacional había sido tan estable, más estable que lo fue bajo el gobierno fantoche instalado por las tropas de la OTAN.
El apoyo inquebrantable de la administración Biden y detrás de ella, de la pretendida “comunidad internacional” es una verdadera negación del respeto de los “valores” de los derechos humanos, de democracia y de los derechos de las mujeres.
De nuestros corresponsales.

