Artículo extraído de La Tribune des travailleurs # 471 3 de enero de 2025

El 27 de diciembre, el ejército israelí atacó el hospital Kamal Adwan, el último hospital aún en funcionamiento en el norte de la Franja de Gaza. Un incendio arrasó el establecimiento. Los pacientes fueron expulsados ​​del hospital, algunos tuvieron que huir en ropa interior, mientras que el equipo médico superviviente, incluido su director, el doctor Hossam Abou Safiya, fueron secuestrados por el ejército.

El 31 de diciembre, se dice que el médico se encuentra en Sdei Teiman, un centro de detención en el desierto de Negev, apodado el “Guantánamo israelí” debido a las torturas sistemáticas que allí tuvieron lugar.
Los prisioneros palestinos fueron sus víctimas, denuncia la organización israelí de derechos humanos B’Tselem.

La barbarie israelí contra los hospitales de Gaza tiene un objetivo: “En ausencia de infraestructura médica, el norte de Gaza se vaciará más rápidamente”, escribe el diario israelí Ha’ en su editorial del 30 de diciembre.

El editorial desmiente las acusaciones de “terrorismo” contra el personal médico de Kamal-Adwan: “Para probar esta acusación (de terroristas presentes en el establecimiento – nota del editor), el ejército publicó fotografías de dos pistolas y un cuchillo encontrados en el hospital. Esta escasa cosecha no confirma las afirmaciones del ejército. Por dos pistolas y un cuchillo no podemos evacuar a decenas de pacientes y médicos en un hospital y los hacen desfilar en ropa interior en una noche fría frente a las cámaras para humillarlos.»
Esta destrucción sistemática de hospitales en Gaza, denuncia Ha’Aretz, tiene por tanto «otro objetivo»: la «limpieza étnica de la Franja de Gaza».

Escribir y publicar tales pruebas simplemente no es aceptable para Netanyahu y su gobierno. Recordemos que en noviembre de 2024 el Ministro de Comunicaciones anunció el cese de todas las subvenciones públicas a Ha’Aretz, tras las declaraciones de su director acusando a Netanyahu de “imponer un brutal régimen de apartheid al pueblo palestino”.

En el mismo diario, el 23 de diciembre, señalando que “Netanyahu no viajará a Polonia el próximo mes para la ceremonia principal que conmemora el 80º aniversario de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz, por temor a que pueda ser arrestado en base a la orden de arresto dictada contra él por la Corte Penal Internacional de La Haya”, El periodista Gideon Levy destaca la trágica ironía de este hecho.

Escribe: “Cuando los palestinos en Gaza saben que donde deambulan jaurías de perros callejeros hay cadáveres humanos devorados por los perros, los recuerdos del Holocausto comienzan a aflorar. Cuando en la Gaza ocupada existe una línea de muerte imaginaria y cualquiera que la cruza es condenado a muerte, incluso un niño hambriento o discapacitado, la memoria del Holocausto comienza a susurrar. Y cuando se lleva a cabo una limpieza étnica en el norte de Gaza, seguida de señales claras de genocidio en toda la Franja, la memoria del Holocausto ya retumba. »
Dominique Ferré