Un mes después de la caída del régimen de al-Assad, ¿cuál es la situación de Siria?

En la fotografía: En Douma, Siria, el 1° de enero: sirios exigen la reaparición con vida de cuatro militantes levantados por un grupo armado en el 2013

 En las “altas esferas”, los nuevos amos de Damas -la milicia islamista HTS- reciben todos los días a delegaciones de potencias regionales y de países imperialistas, decididos a mantener a Siria bajo su control, mientras que la ocupación israelita continúa en los altos del Golán. ¿Pero todo el mes se limita al desarrollo de estas maniobras? En “las bases”, como lo indica nuestro corresponsal, la caída del régimen liberó una intensa actividad entre las masas. Ella expresa las aspiraciones por la reaparición con vida de los 113,000 detenidos políticos “desaparecidos” en las cárceles del régimen y por el castigo a los torturadores, la voluntad de reconstruir las viviendas y las infraestructuras en un país destruido por once años de guerras, así como la voluntad de establecer un régimen democrático.  

  Tanto en las ciudades grandes como en las pequeñas, los militantes que salieron de prisión, de la clandestinidad o que regresaron del exilio, buscan debatir sobre la Siria del mañana a la cual aspiran. En Masyaf (cuidad al oeste del país en donde existía una intensa actividad revolucionaria desde los años 1960, antes de la instauración del régimen de Hafez al Assad), ese debate se abrió rápidamente. Frente a una asamblea popular, militantes, hombres y mujeres, provenientes de corrientes políticas diversas (nasserianas, comunistas, nacionalistas árabes y antiguos oficiales opuestos al régimen) expusieron sus posiciones. Una de las preocupaciones era la de asegurar la coexistencia entre los diferentes componentes del pueblo sirio y combatir los rumores que buscan enfrentar artificialmente a las “comunidades” unas contra otras. En Homs, un militante histórico del Partido de Acción Comunista y anterior detenido perseguido por el régimen, organiza la campaña para combatir esos rumores peligrosos.

   La movilización de familias de detenidos políticos “desaparecidos”, torturados y asesinados en las prisiones del régimen, y la exigencia que sus verdugos sean castigados no se debilita. Cada vez más, se dirigen a nuevas autoridades, acusándolas a veces por “no hacer nada” para que la verdad salga a la luz. Así, un mensaje en video extremadamente emotivo de Fadwa Mahmoud, expresándose en ese sentido, fue visto por decenas de mies de sirios. Militante del Partido de Acción Comunista (PAC) y de los derechos humanos, Fadwa Mahmoud es la madre de Maher Tahan y la esposa de Abdelaziz al-Khayer, este último uno de los dirigentes del PAC. Maheer, Abdelaziz y el militante Iyas Ayyache habían sido secuestrados por el régimen el 20 de septiembre del 2012 en el camino al aeropuerto de Damas y, como otras decenas de miles, nadie tuvo noticias de ellos desde entonces. Los muros de las ciudades están recubiertos de retratos de los desaparecidos con los números de contacto para cualquiera que tenga noticias suyas. Los escándalos estallan, como el que implica a una ONG internacional que, pretendiendo ocuparse de niños huérfanos, resulta que colaboró con el régimen (al menos hasta 2019) cambiando la identidad de los hijos de los detenidos políticos arrancados a sus padres, mismos que se los habían confiado.

   La mayoría de los sirios aspiran a una mejoría de sus condiciones de vida: una vivienda para los cientos de miles que no poseen, poder comer y resguardarse del frío. Si los precios de algunos productos bajaron momentáneamente, otros se han visto multiplicados por diez, como el gas doméstico. La sobrevivencia cotidiana anima a unos y otros a tomar iniciativas colectivas, algunas de ellas se dirigen hacia las nuevas autoridades. Hay que señalar igualmente la conferencia de prensa del movimiento político feminista que se reunió el 8 de enero en Damas, frente a una numerosa asamblea muy decidida a defender los derechos democráticos de las mujeres.

De nuestro corresponsal

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