El ataque en el Caribe: una advertencia imperialista

El reciente ataque de las fuerzas armadas de Estados Unidos contra una lancha rápida en aguas del Caribe vuelve a poner de manifiesto el carácter depredador del imperialismo norteamericano. Hasta el día de hoy ni siquiera se ha esclarecido si las personas a bordo eran realmente narcotraficantes; algunos reportes incluso sugieren que podría tratarse de un caso de tráfico de personas y no de drogas. Lo que sí queda claro es el mensaje político y militar: Washington exhibe su capacidad de intervención directa en la región, más allá de fronteras y soberanías, utilizando la “guerra contra los cárteles” como coartada.

Una advertencia para Venezuela y México

Este episodio no puede leerse de manera aislada. El golpe mediático está cargado de advertencias. Para Venezuela, significa que cualquier intento de desafiar el bloqueo económico y la presión política será respondido también con la amenaza militar. Para México, el mensaje es claro: el discurso de “colaboración binacional” contra el narcotráfico no es sino una fachada. El Pentágono demuestra que puede actuar unilateralmente en cualquier momento y que la supuesta lucha contra los cárteles es utilizada para aumentar su control geopolítico y presionar a los gobiernos latinoamericanos.

En estos mismos días, se discute la creación de una nueva base militar estadounidense en Ecuador, lo que reforzaría aún más la política de ocupación y control imperialista sobre la región andina y amazónica. Washington avanza así en un cerco militar que abarca el Caribe, Centroamérica y Sudamérica, con el objetivo de garantizar sus intereses estratégicos, desde la explotación de recursos naturales hasta la contención de gobiernos que no se alinean con su agenda.

El trasfondo político interno en EE.UU.

En el propio Estados Unidos, diversos analistas señalan que este operativo fue más un golpe mediático que una acción estratégica. Un alimento mediático para las bases del Trumpismo y para ocultar que este ataque coincidió con la decisión de Trump de profundizar su ofensiva antiinmigrante: el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunció la cancelación del Estatus de Protección Temporal (TPS) para más de 200,000 venezolanos, un mecanismo que les había permitido permanecer en EE.UU. debido a la inestabilidad política y social en su país.

La cancelación entrará en vigor el 10 de septiembre de 2025 y será plenamente efectiva 60 días después de su publicación en el registro federal, aunque podrían surgir impugnaciones legales. En los hechos, miles de familias venezolanas quedan al borde de la deportación, en un contexto donde el mismo gobierno norteamericano provoca inestabilidad en Venezuela.

Contra la militarización imperialista

Desde la Liga Comunista Internacionalista denunciamos este ataque y estas medidas migratorias como parte de la estrategia global del imperialismo para imponer su control político y militar en América Latina. Nos solidarizamos con los pueblos agredidos y alertamos a la clase trabajadora de la región sobre la preparación de nuevas intervenciones.

Tal como señalamos en nuestra última declaración contra el envío de tropas a Venezuela:

“La tarea de derrotar al imperialismo y a las burguesías lacayas no puede recaer en acuerdos diplomáticos ni en falsas promesas de soberanía nacional. Solo la acción unificada e internacional de la clase trabajadora, organizada de manera independiente de todos los gobiernos burgueses, puede abrir el camino a una verdadera liberación”.

Hoy reafirmamos ese compromiso. Frente a la agresión en el Caribe, la ofensiva antiinmigrante contra los venezolanos, la manipulación de la “guerra contra los cárteles” como pretexto de dominación, y el avance de nuevas bases militares como la que se proyecta en Ecuador, decimos con firmeza: ¡Fuera las tropas y las manos del imperialismo de América Latina! ¡Alto a la persecución y deportación de los migrantes! ¡Por la unidad internacional de los trabajadores para enfrentar la guerra, la represión y la barbarie capitalista

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