Artículo extraído de LA TRIBUNE DES TRAVAILLEURS # 505 3 de septiembre de 2025

La decisión del 25 de agosto de aumentar el ingreso de los diputados provocó
explosiones de cólera popular en todo el país.
El aumento a los diputados se da en realidad después de meses de protestas contra las medidas anti obreras y antipopulares contra la escuela pública, el sistema de salud, la vivienda, etc., de la parte del régimen Prabowo Subianto. Por ejemplo, el gobierno dio por terminadas las comidas gratuitas que beneficiaban a los alumnos hijos de las familias pobres, mientras que aumentaba los gastos militares.
Las manifestaciones tomaron un giro insurreccional cuando, el 28 de agosto, un vehículo de policía atropelló a un joven conductor de mototaxi de 21 años, Affan Kurniawan, en una manifestación en Yakarta, la capital.
El 30 de agosto, decenas de miles de manifestantes tomaron por asalto los parlamentos regionales de cuatro provincias, mientras que en Yakarta invadieron la rica mansión del jefe del Partido “demócrata”, uno de los partidos de la oligarquía. Al día siguiente, la mansión del ministro de finanzas, autor de las medidas brutales contra los estudiantes, sufría el mismo destino.
El régimen indonesio es un pilar del orden imperialista en Asia. Prabowo, hoy en día millonario en dólares, comenzó su carrera como general en la época del “Orden nuevo”, el régimen dictatorial de Suharto, quien llegó al poder sobre la base de la masacre de un millón de militantes obreros y comunistas en 1965. No sorprendió que Prabowo instruyó al ejército y a la policía “a tomar las medidas más duras si fuera necesario”. No olvidó que en 1988 las masas habían derrocado a la dictadura de Suharto.
Por su lado, unas treinta organizaciones sindicales, estudiantes y populares, agrupadas en la “Alianza del movimiento obrero con el pueblo” afirmaron el 30 de agosto que la situación es consecuencia “de las políticas de bajos salarios, de despidos masivos, de la expulsión de campesinos y de las poblaciones urbanas desfavorecidas en provecho de proyectos de empresas y del Estado, de la vida cara, del silencio impuesto a los militantes de derechos humanos y de la opresión de las mujeres, en donde los altos funcionarios y los ricos desperdician sin tomar en cuenta lo que le roban al duro trabajo de la población”.
Constatando que “la clase obrera, las poblaciones urbanas desfavorecidas, los jóvenes y los estudiantes tomaron la iniciativa de las acciones audaces que vemos”, la alianza lanza una plataforma de trece reivindicaciones, que incluyen detener la represión, anular los aumentos de impuestos que golpean a los trabajadores y a las capas populares, por la baja de precios de los productos de primera necesidad, la supresión de las ventajas de los altos funcionarios, la reducción de los gastos militares y de la policía en beneficio de la instrucción gratuita y de la protección social, detener la subcontratación, la reforma agraria, etc.
La alianza concluye: “La victoria de estas reivindicaciones urgentes solo se puede obtener con a unidad del pueblo oprimido de toda Indonesia. Una unidad sin distinción de etnia, de religión o de creencia. Los enemigos del pueblo son las élites políticas oligárquicas, el régimen Prabowo-Gibran y sus aliados: los generales violadores de los derechos humanos, los diputados y los ministros bajo el mando de los oligarcas”
Jean Alain, 1° de septiembre.
Puntos de referencia
Indonesia es un gigantesco archipiélago de 17,000 islas, poblado de 285 millones de habitantes de diferentes lenguas y religiones (la mayoría es musulmana). Antigua colonia holandesa, ocupada por los japoneses durante la Segunda Guerra mundial, Indonesia proclama su independencia en 1945. Veinte años después, la masacre de un millón de trabajadores y de militantes comunistas (abandonados por el PC soviético y chino) inaugura un régimen autoritario proimperialista, que será derrocado en 1988, pero cuya continuación es el régimen actual.

