El 14 de septiembre Madrid se convirtió en un ejemplo luminoso de lo que la movilización de masas puede lograr cuando se enfrenta al aparato represivo del Estado burgués y al poder blanqueador del deporte mercantilizado.

Este día, la Vuelta ciclista a España, uno de los eventos deportivos más importantes del calendario internacional, no pudo concluir su etapa final. ¿La razón? La irrupción de más de 100 mil manifestantes que, en defensa del pueblo palestino, tomaron las calles con banderas, consignas y decisión política para impedir que el equipo Israel Premier Tech, embajada deportiva del Estado genocida, manchara con su presencia las calles de la capital española.

La respuesta del gobierno de Pedro Sánchez fue desplegar 2,300 efectivos policiales, tanquetas y material antidisturbios. Pero ni ese ejército de uniformados pudo contra la determinación popular. La consigna “¡Esta vuelta la gana Palestina!” se hizo realidad: la etapa fue neutralizada, no hubo ceremonia de podio, y la imagen transmitida al mundo fue la de un pueblo que se niega a aceptar la normalización del genocidio sionista.

Aislar al Estado de Israel: una tarea internacionalista

Este triunfo del movimiento propalestino en España confirma lo que desde la Liga Comunista Internacionalista venimos sosteniendo: es necesario aislar política, económica, diplomática y culturalmente al Estado de Israel. Cada espacio conquistado para visibilizar su carácter genocida y para impedir su presencia normalizada en el deporte, la academia, la cultura o el comercio, es un paso en la construcción de un frente internacional de lucha.

Israel no es un Estado “normal”: es un enclave imperialista sostenido por Washington y la Unión Europea, que ha asesinado a decenas de miles de palestinos y mantiene bajo ocupación, bloqueo y apartheid a todo un pueblo. Permitir que sus delegaciones deportivas compitan en nuestros países significa darle oxígeno político a un régimen criminal.

La responsabilidad en México.

La experiencia de Madrid debe inspirar a la clase trabajadora y a la juventud mexicana. En nuestro país, el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum mantiene relaciones diplomáticas con Israel y se limita a declaraciones ambiguas mientras continúa el genocidio en Gaza y Cisjordania.

Es por eso que insistimos en la urgencia de dar continuidad y fuerza a la campaña de ruptura de relaciones diplomáticas, comerciales y culturales con Israel.

Esta campaña debe dirigirse directamente a la presidenta con la consigna clara: “¡No pasaron en Madrid, no pasarán en México!”.

No basta con declaraciones tibias en organismos internacionales; es necesario pasar a la acción concreta: ruptura de relaciones cierre de embajadas sionistas, suspensión de intercambios militares y comerciales, boicot a empresas israelíes y expulsión de sus delegaciones deportivas y culturales.

Un camino de lucha

Lo ocurrido en la Vuelta demuestra que la movilización puede torcer el brazo a los gobiernos y a los intereses del capital. Los ciclistas se bajaron de sus bicicletas porque el pueblo se subió a las calles. Esa es la lección que debemos tomar: ninguna institución del régimen burgués nos regalará nada, cada victoria se conquista con lucha y organización.

Desde la LCI planteamos que la tarea de fondo no es solo frenar la normalización del genocidio israelí, sino unir la lucha por Palestina con la lucha de la clase trabajadora mexicana e internacional contra sus propios gobiernos capitalistas. Aislar a Israel es inseparable de luchar contra el imperialismo que lo sostiene y contra las burguesías locales que lo encubren.

¡Viva la lucha del pueblo palestino!

!Aislar al Estado de Israel!

¡Ruptura de relaciones México–Israel ya!

¡Por un frente internacionalista contra el genocidio y el imperialismo!