Tribuna de Trabajadores – Liga Comunista Internacionalista

El jueves pasado, una vez más, Estados Unidos utilizó su poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para bloquear una resolución que pedía el cese inmediato al fuego en Gaza, la liberación de rehenes y la entrada de ayuda humanitaria sin restricciones. La iniciativa había sido impulsada por diez países no permanentes del Consejo y contaba con el apoyo de todos los miembros permanentes —Rusia, China, Francia y Reino Unido— con la única excepción del gobierno norteamericano.
La representante estadounidense justificó la decisión bajo el viejo pretexto del “derecho a defenderse” del Estado de Israel, negando el carácter criminal de la ofensiva que lleva ya casi un año dejando miles de muertos, desplazados y ciudades arrasadas. Con este nuevo veto, Washington reafirma que su política exterior está directamente alineada con el sostenimiento de un Estado colonial y genocida.
Genocidio con sello imperialista
Desde octubre de 2023, el pueblo palestino ha sufrido una escalada brutal de bombardeos, bloqueos y masacres que organismos internacionales de derechos humanos ya califican como genocidio. Las resoluciones para exigir un alto al fuego se han repetido al menos seis veces en la ONU, todas bloqueadas por la misma potencia que se autoproclama “defensora de la democracia”: Estados Unidos.
El gobierno de Biden primero, y ahora el de Trump, han garantizado armas, financiamiento, cobertura diplomática y política al Estado de Israel. Sin este sostén, Israel no podría haber desplegado su maquinaria de guerra con semejante impunidad. Se trata de una relación estratégica entre el imperialismo y su enclave en Medio Oriente, cuyo costo lo paga con sangre el pueblo palestino.
Resistencia internacional
El repudio mundial crece. Movimientos sociales, sindicatos, juventudes y organizaciones de derechos humanos en todos los continentes denuncian la complicidad imperialista. Ejemplo de ello es la Flotilla Global Sumud, la expedición marítima que partió desde Barcelona y Túnez hacia Gaza con más de 28 mil participantes de 44 países, entre ellos activistas, médicos, periodistas y artistas. La flotilla busca romper el bloqueo, entregar ayuda humanitaria y denunciar los crímenes del Estado de Israel.
Esta iniciativa expresa que los pueblos no se rinden, aunque los gobiernos del mundo sigan cruzados de brazos o se alineen con el sionismo.
El papel de México
Frente a este escenario, la política del gobierno mexicano es de una pasividad vergonzosa. Claudia Sheinbaum ha limitado su discurso a gestos diplomáticos tibios, mientras mantiene relaciones económicas, militares y diplomáticas con un Estado señalado oficialmente por la ONU como genocida.
La neutralidad en este caso no existe: quien no rompe con Israel, es cómplice.
Ruptura con el Estado genocida
Desde la Liga Comunista Internacionalista sostenemos que no basta con discursos ni declaraciones vacías. Exigimos:
Ruptura inmediata de relaciones diplomáticas, económicas y militares de México con el Estado de Israel. APOYA CON TU FIRMA
Apoyo incondicional al pueblo palestino y a sus organizaciones de resistencia.
Solidaridad activa de la clase trabajadora y la juventud mexicana con la lucha contra el genocidio.
La política de Washington y Tel Aviv solo puede enfrentarse con la movilización internacionalista. Hoy, más que nunca, la tarea es aislar al Estado de Israel en todos los terrenos y exigirle al gobierno de Sheinbaum que rompa con el genocidio.
¡Por un solo Estado palestino, laico y democrático, desde el río hasta el mar!
¡Ruptura ya con el Estado de Israel!
unete a la Liga comunista internacionalista y lucha por la liberación de Palestina.

