Los “planes de paz” se suceden… y se parecen.

En un enésimo intento de encontrar un acuerdo con Putin, la administración Trump ha lanzado su “plan de paz de veintiocho puntos”. Un plan en el cual el imperialismo americano cede ante muchas de las reivindicaciones del régimen de los oligarcas mafiosos de Moscú. En particular, el reconocimiento de la anexión de territorios por parte de Rusia (más o menos el 20% de Ucrania de antes del 2014), una reducción de efectivos del ejército ucraniano, etc. Sobre todo, aprueba (punto 14) que “100 mil millones de dólares de activos rusos congelados sean invertidos en proyectos conducidos por los Estados Unidos para reconstruir Ucrania, los Estados Unidos recibiendo el 50% de los beneficios de esta iniciativa. Europa añadirá otros 100 mil millones de dólares con el fin de aumentar el monto de las inversiones disponibles para la reconstrucción de Ucrania”. Traducción: ¡los miles de millones de los capitalistas rusos y europeos servirán para saquear a Ucrania en beneficio de los capitalistas de los Estados Unidos!
Tres días más tarde, los dirigentes de las principales potencias imperialistas de Europa – Alemania, Gran Bretaña y Francia -, en presencia del secretario de Estado de Trump y de representantes del régimen de Zelensky hacen pública una versión modificada del plan Trump.
Para Washington, los esencial queda preservado: “Una sociedad Estados Unidos-Ucrania” que tiene como finalidad “explotar las infraestructuras de gas ucranianas”. Y a cambio de sus “garantías de seguridad”, “los Estados Unidos recibirán una compensación”. En las dos versiones del “plan de paz”, su “puesta en práctica será supervisada y garantizada por un Consejo de la paz presidido por Donald J. Trump ¡como en Gaza!
¿Qué contendrá finalmente un acuerdo entre Trump, Putin, la OTAN y la Unión Europea? El futuro nos lo dirá. Una cosa es cierta: será incluido el derecho imprescriptible de las multinacionales estadounidenses de saquear a Ucrania, haciendo pagar la factura a los oligarcas de Moscú y a los capitalistas europeos.
No se trata en ningún caso de acuerdos de “paz” para el pueblo y los rabajadores ucranianos… a quienes nadie les pide su parecer.
Las recientes dificultades del ejército ucraniano en el frente, señalan los militantes de la organización internacionalista Assembleia de Kharkiv, se explican en principio “por el número récord de deserciones en octubre del 2025 (21,602 oficialmente sin contar a aquellos que no son tomados en cuenta)” (18 de noviembre).
Los militantes de la Assembleia, que no han dejado de combatir por la fraternidad entre los trabajadores ucranianos y rusos, concluyen: “Es indispensable revivir la herencia revolucionaria antiguerra de 1917 en la memoria colectiva de la clase obrera y desarrollar la cooperación en ambos lados del frente, tanto en el enfrentamiento contra las fuerzas del aparato de Estado como en la lucha para salir de ese campo de concentración que osan llamar “país de libertad y democracia”.
La paz vendrá del combate común de los trabajadores ucranianos y rusos contra sus propios oligarcas.
Dominique Ferré

