Articulos estraído de Tribuna de los Trabajadores #412

Son los trabajadores y los pueblos, y solamente ellos, los que podrán imponer la paz.

   El 22 de octubre ha sido uno de las peores jornadas de bombardeos sobre Gaza. Y para los sobrevivientes, las pocas decenas de camiones de ayuda humanitaria no significarán desgraciadamente una diferencia: según la ONU, su cargamento representa apenas el 4% de las importaciones diarias necesarias para la sobrevivencia de más de dos millones de habitantes. Encima de todo, Netanyahu anuncia una invasión terrestre inminente.

   Sin freno alguno, la aviación israelita bombardeó los aeropuertos sirios de Damas y de Alepo y un puesto militar egipcio. El ministro iraní de Relaciones Exteriores puso en guardia a Biden: la situación corre el riesgo de volverse “incontrolable”.

   En ese momento, el 22 de octubre, Biden reunió a sus vasallos: los primeros ministros de Alemania, de Gran Bretaña, de Canadá, de Italia y Macron. El jefe del imperialismo americano debe superar sus contradicciones. Por un lado, debe asegurar la defensa de Israel, enviando nuevos aviones caza y 2,000 soldados “dispuestos a ser desplegados en veinticuatro horas para apoyar al ejército israelita” (France Info del 21 de octubre). En este sentido le exige al Congreso el voto por 105 mil millones de dólares de presupuesto de guerra suplementarios, de los cuales 14 mil millones son para Israel.

   Por el otro, necesita guardar el control y no ser arrastrado por una explosión general en el Medio-Oriente. Esto, porque su prioridad es la guerra de Ucrania y sus preparativos de guerra contra China. Es por eso que Biden insiste en “impedir que el conflicto se extienda” y osa prometer actuar por una “paz durable”.

   No habrá ninguna “paz durable” con Netanyahu, Biden, Macron, las grandes potencias imperialistas y su instrumento, la ONU. Ya que la paz supone detener inmediatamente los bombardeos y el bloqueo a Gaza, el arreglo democrático de la cuestión palestina y la ruptura con el sistema capitalista fabricante de guerras. Eso, los trabajadores y los pueblos, y solamente ellos, podrán imponerlo.

Dominique Ferré