Articulo estraído de Tribune des Travailleurs # 437, semanario del Partido de Trabajadores (Francia)

 El martes 23 de abril, los estudiantes y los maestros con sus organizaciones se movilizaron a través de todo el territorio de la Argentina contra la liquidación deliberada de las 73 universidades públicas por el gobierno de extrema derecha de Javier Milei.

   En el marco de su política de austeridad, el gobierno ha mantenido en el 2024 el mismo presupuesto que en el 2023 … ¡a pesar de la inflación del 288%! Esto, en un momento en que la desreglamentación de los precios de la energía eléctrica ha provocado la multiplicación por tres, o a veces más, de las facturas de los establecimientos.

   Es entonces que los rectores de las universidades economizan en todo: no más papel del baño aquí, falta del servicio de aseo allá. En la facultad de medicina de la universidad de Buenos Aires, ya no hay luz en los corredores y los ascensores no son accesibles más que a las personas discapacitadas, en un edificio que cuenta con dieciséis pisos. El gobierno Milei no esconde que detrás de la asfixia deliberada de la universidad pública, se trata de preparar, para la pequeña minoría de los estudiantes que tendrán los medios, un boulevard hacia las universidades privadas.

   La salida de la lucha de los estudiantes depende de su capacidad de enlazar su lucha con las diferentes capas de la clase obrera movilizadas por sus reivindicaciones. En particular con los trabajadores del sector público, que se oponen al plan de 70,000 despidos de funcionarios. Su lucha se liga también con la necesidad de romper el “pacto social” que los dirigentes de la poderosa Confederación General del Trabajo (CGT) se obstinan con proponer al gobierno.

I.M.