Artículo extraído del #2 de Tribuna de Trabajadores (México) junio-julio 2024
A proposito de la discusión sobre la reforma judicial, publicamos en Tribuna de Trabajadores #2 este breve texto. te recomendamos leer tambien: La reforma al poder judicial, una oportunidad para cambiar la correlación de fuerzas
El 1 de enero de 1994 entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, en su carácter de Tratado Internacional tiene la misma jerarquía jurídica que la Constitución.
La constitución de 1917, fruto de la lucha revolucionara consagró una serie de derechos sociales y un proyecto de país en el que se resguardaban el usufructo de las riquezas para la nación, el nuevo tratado cuestionaba este proyecto por lo que los gobiernos neoliberales impulsaron las reformas estructurales para adaptar las leyes mexicanas.
Una de estas reformas cruciales fue la del poder Judicial, promovida por el presidente Ernesto Zedillo, quien reformó 20 artículos de la constitución, para desparecer a la Suprema Corte, es decir para suprimir uno de los tres Poderes de la Unión, esta reforma no tuvo oposición, la mayoría priista en las cámaras y los congresos locales hizo que pasara de manera rápida, en tan solo 26 días.
De un día para otro los 26 ministros fueron destituidos, para que esto fuera legal se dijo que se trató de una jubilación anticipada, un mes después la nueva Suprema Corte comenzó sus funciones con 11 magistrados designados por los senadores a propuestas del presidente Zedillo.
Esta acción se trató de un verdadero Golpe de Estado: uno de los poderes de manera ilegal disolvió a otro. En ese momento no se habló de pérdida de la autonomía o destrucción del estado de derecho, el consenso neoliberal entre la oligarquía omitió esta “falta de democracia”
Puedes descargar el boletin TT #2 completo aqui:
Te invitamos a apoyar a la Tribuna de Trabajadores haciendo aportaciones a nuestra cuenta de Paypal. Haz clic en la imagen.
Liga Comunista internacionalista 
Un comentario en “1994 y el TLCAN: el Golpe de Estado del que nadie habla”