“El gobierno reprime ferozmente a las organizaciones populares”

Una entrevista con Luciano Arienti, de la Comisión Internacional del Partido Obrero (PO, Partido Obrero)

   ¿Cuáles son las medidas de represión que viene desencadenando Milei contra los sindicatos y las organizaciones populares?

   Desde el primer día, el gobierno reprime ferozmente a las organizaciones populares. El ministro de Seguridad, Patricia Bullrich impuso un “protocolo” que prohíbe las manifestaciones en la calle y todo aquello que bloquee el “derecho a circular”. Este nuevo “orden urbano”, aprobado por todos los políticos burgueses, se transformó en un arbitrario policíaco, reprimiendo toda acción de protesta en las calles, grande o pequeña, impidiendo las asambleas de trabajadores, así como los eventos culturales.

   Uno de los hechos más graves se produjo en junio, con el voto de la “Ley Bases” (conjunto de medidas de desreglamentación, de privatizaciones y de cuestionamiento de los derechos democráticos, ndlr). A través de una represión feroz, el gobierno inició una cacería contra los manifestantes en todo el centro de Buenos Aires hasta la madrugada. Más de treinta de ellos fueron encarcelados, dos los son todavía hoy en día. Javier Milei declaró en Twitter que se trataba de un “golpe de Estado”. Los manifestantes fueron acusados de “sedición” y de “terrorismo”.

   El corolario de la política de austeridad de Milei es ese plan deliberado, político, judicial y mediático de represión del descontento popular y de protesta social.

   La sede central del Partido Obrero en Buenos Aires fue requisicionada el 3 de junio. ¿Cuáles son las amenazas que pesan sobre su partido?

  Esta requisición está ligada a las decenas de procedimientos emprendidos contra las organizaciones de desempleados. Nosotros opusimos el hecho de ser un partido legal cuyas actuaciones son públicas. Por iniciativa del Frente de Izquierda, se recurrió a una apelación en la Corte Interamericana de los derechos humanos, con el apoyo de parlamentarios del partido de Kirchner, del PS y de fuerzas centristas. (1)

  El gobierno ha efectuado más de ciento veinte requisiciones contra los locales de organizaciones de desempleados y ha perseguido a dieciséis camaradas, muchos de ellos fueron condenados a penas de prisión. Después de eso, Bullrich declaró: “¡Los piquetes se terminaron!” (2).

   En el origen de este ataque, existe la voluntad del gobierno de desmantelar al sector independiente del movimiento “piquetero” (ese que no estuvo integrado al anterior gobierno de Kirchner), quien convoca a manifestaciones de masas y organiza a los sectores más desfavorecidos.

   Las persecuciones judiciales contra las organizaciones populares son un intento de ensuciar sus luchas legítimas con el lodo de la corrupción capitalista. Algunos camaradas, desde el dirigente hasta el cocinero de la sopa popular, están siendo acusados de desviar dinero público. La realidad es a la inversa. Es el Estado capitalista quien está en deuda con el pueblo, mientras que la organización de los trabajadores permita su supervivencia.

   Estos últimos días, un procurador acusó a Polo Obrero (3) de ser una “asociación ilícita”, continuando con su escalada hacia la criminalización y la deslegalización. Invitamos a sus lectores a dar a conocer esta situación y a firmar la petición para detener la represión (4).

Palabras recogidas el 20 de agosto por Dominique Ferré

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(1) El Frente de Izquierda es una alianza electoral representada en el Parlamento del cual el PO forma parte. La expresidenta Cristina Kirchner dirige al partido peronista, partido burgués “nacionalista”.

(2) Después del derrumbamiento de Argentina en el 2001, decenas de miles de trabajadores despedidos y sin trabajo organizaron los “piquetes” de protesta. Este movimiento “piquetero” está en el origen de las organizaciones de desempleados.

(3) Polo Obrero es la organización piquetera dirigida por el PO.

(4) https://po.org.ar/Solidaridad-con-el-po-y.los-luchadores-populares