En relación con el “reconocimiento del Estado de Palestina” en la ONU

Tres puntos de vista

El 22 de septiembre, en la Asamblea general de la ONU, Macron y algunos otros jefes de Estado occidentales “reconocieron al Estado de Palestina”.

El vocero de la organización israelita de defensa de los derechos humanos B´Tselem, Orly Noy, escribe en +972 del 18 de septiembre: “Israel comete un holocausto en Gaza, pero eso no tiene como origen la sola voluntad de los actuales dirigentes fascistas del país. (…) Es necesario reconocer claramente que solo queda una alternativa: o bien un Estado judío, mesiánico y genocida, o bien un Estado verdaderamente democrático para todos los ciudadanos. (…) Es imprescindible decirlo claramente: el sionismo, bajo todas sus formas, no puede ser lavado de la suciedad de este crimen. Debe ser abolido.”

“¿Por qué los cómplices del genocidio en Gaza reconocen el Estado de Palestina?”, se interroga el sitio Free Haïfa el 21 de septiembre. Al hacerlo, escribe Free Haïfa, esos gobiernos cómplices “encontraron un nuevo medio de desviar la atención de sus crímenes”. Así, “los partidarios de la “solución de los dos Estados” quieren legitimar la ocupación y la limpieza étnica del 78% de la Palestina de 1948 y rechazar por lo mismo el derecho al retorno a los refugiados palestinos desenraizados a lo largo de la Nakba de 1948. Pero las potencias occidentales hipócritas no tienen, por cierto, la intención de reconocer en medida alguna el “derecho a la autodeterminación”, aún limitado, del pueblo palestino, incluso tampoco dentro del 22% del territorio de la Palestina ocupados por Israel en 1967 (Gaza y Cisjordania, ndlr). Por el contrario, apoyan el “derecho” de Israel para continuar de imponer a los Palestinos una dirección favorable a la ocupación. Reconocen a la Autoridad palestina, totalmente desacreditada, colocada ahí para servir a los intereses de la ocupación en contra de su propio pueblo.

Para el militante palestino Naji El Khatib, partidario de un único Estado laico y democrático en el territorio de la Palestina histórica: “Uno se puede preguntar si Emmanuel Macron actúa por culpabilidad o si se trata más bien de un cálculo político para dorar su imagen (…). Y sobre todo, este Estado como resultado de los acuerdos de Oslo (1993) es un “Estado fantoche”, incapaz de responder a las necesidades reales de los Palestinos. Hoy, los territorios reservados a un futuro Estado palestino no cubren más del 10% de la Palestina mandataria inicial. Yo hablo como refugiado: mi familia fue expulsada de Jaffa en 1948. El 60% de los palestinos comparten ese destino del exilio forzado. La cuestión del derecho al retorno siempre ha sido evacuada de las negociaciones. Lo que se nos propone, no es un Estado viable, sino un simulacro que ratifique el olvido de cientos de miles de expulsados. He ahí por qué yo hablo de una mascarada, peligrosa para los derechos históricos del pueblo palestino, del río al mar” (Reporterre del 23 de septiembre).