Represión en Cancún: violencia en México expresión de la barbarie capitalista

Entrevista a Liliana P. militante política y activista en defensa de los derechos de la mujer .

Ha sido noticia internacional, la represión a una manifestación de mujeres el pasado 9 de noviembre en el puerto de Cancún, podrías decirnos ¿qué sucedió?

Efectivamente un grupo de manifestantes, mayormente mujeres, fueron dispersados del palacio municipal, con uso excesivo de la fuerza, la policía los golpeó, utilizó gases lacrimógenos y lo más grave fue que realizó disparos con municiones reales, como se puede ver en las imágenes que circulan.

Además, activistas han denunciado abusos sexuales realizados por las fuerzas policiales a las detenidas.

¿Por qué se manifestaban?

Para exigir justicia, investigación y castigo a los responsables del asesinato (feminicidio) de Bianca Alejandrina “Alexis”, una joven de 20 años cuyo cuerpo fue encontrado desmembrado, distribuido en bolsas de basura en las calles de la ciudad. El asesinato de Alexis, es uno más de los 11 feminicidios diarios oficialmente reconocidos por las autoridades mexicanas con la agravante que las autoridades no actuaron cuando se denunció su desaparición, aun y cuando era público que recibía amenazas por su labor como activista feminista, por el derecho al aborto, en contra de la violencia y los feminicidios.

Obviamente la reacción de la población fue de profunda indignación y por ello se movilizaron, siendo brutalmente reprimidos, por la policía municipal, con el apoyo de las fuerzas estatales y federales.

Lamentablemente esta acción no es una excepción, a nombre de evitar los destrozos de los grupos violentos, en los últimos meses al menos 5 manifestaciones de mujeres han sido reprimidas con técnicas violatorias de los derechos humanos, con una clara intención de criminalizar la lucha por sus derechos. En estas acciones ha participado la Guardia Nacional creada para continuar con la militarización del país y que por decreto derivado de la pandemia tiene funciones de policía civil.

¿Por qué en Cancún?

Cancún es el principal destino turístico en México, sus blancas playas bañadas por el mar caribe y su clima son atractivos para los visitantes extranjeros, pero también es un punto estratégico para el tráfico hacia Estados Unidos de drogas de los cárteles colombianos y mexicanos, quienes por décadas se han disputado el control de la zona, generando violencia y descomposición social. Cancún se ha convertido en la capital de la trata de personas, de mujeres y niños que son explotados sexualmente. Los grupos del crimen organizado controlan la política y los mandos policiacos.

¿A qué se debe la descomposición social y la violencia?

La pobreza, la precarización, la falta de derechos, provocada por la política de “libre comercio” y la desreglamentación, generó condiciones propicias para que el crimen organizado se desarrollara.  La industria de la droga, la prostitución y las armas ha florecido en los últimos 30 años y tienen sus expresiones más grotescas en este tipo de asesinatos, que se han vuelto cotidianos.

El fenómeno se ha generalizado, sus inicios vienen de la frontera norte, particularmente Ciudad Juárez, donde desaparecieron a centenas de mujeres y niñas de la clase trabajadora, particularmente en las fábricas maquiladoras, cuyos cuerpos siguen siendo encontrados en fosas clandestinas a lo largo de la frontera. La industria del narco, de la pornografía y la prostitución utilizaron a estas mujeres como mercancías desechables, con la complicidad del Estado Mexicano y hoy la situación se ha desbordado.

Las fechas de este fenómeno y la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en 1994 son simultaneas y no es por azar, es decir, una es el resultado de la otra:  los gobiernos mexicanos han desmantelado los fundamentos económicos y legales para someter las bases de existencia del país  a los dictados de las grandes trasnacionales, han complementado esto con acuerdos de “seguridad nacional” y migración con el gobierno norteamericano, quien al tiempo que vende equipo militar y capacita al ejército, también surte de armas a los carteles, manteniendo en México un conflicto armado permanente, que  le representa grandes beneficios.

La firma del nuevo T MEC no hará más que profundizar esta situación, al igual que la aplicación del pacto migratorio, que obliga al gobierno mexicano a parar la migración centroamericana y servir de muro en la frontera sur, con lo cual miles de mujeres y niños centroamericanos estarán disposición de la industria del narco y la trata.

¿Qué hacen las trabajadoras para luchar contra esta situación?

El movimiento de mujeres ha crecido enormemente en los últimos años, pero es necesario comenzar a levantar demandas que vayan más allá de las reivindicaciones de género burguesas, porque las causas estructurales de la violencia no solo vienen del machismo,  son parte esencial de la maquinaria capitalista; para combatir la violencia de género es necesario luchar  por una vida digna, un salario justo, acceso a la educación y la salud, y la clase trabajadora debe asumir el protagonismo en esta lucha.

Un paso adelante es la convocatoria que ha realizado la Nueva Central de Trabajadores y la Organización Política del Pueblo y los Trabajadores para salir como clase trabajadora a manifestarse este próximo 25 de noviembre en el día contra la violencia contra la mujer: ¡en repudio a la represión el gobierno! ¡contra la precarización y la violencia que sufre la mujer! y ¡por el derecho al aborto!

Demandas a las cuales se sumará la exigencia de alto a los feminicidios y justicia.

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