Pasemos de la solidaridad a la auto organización, luchemos por la reconstrucción Convirtamos la tragedia en un terremoto político que derrumbe las estructuras del régimen del PRI PAN

21765113_1698325633542455_6356349256474022228_nMéxico ha sido cimbrado por terremotos de gran magnitud que en menos de dos semanas han destruido miles de casas, escuelas, hospitales, centros de trabajo y generado daño en la infraestructura en gran parte del centro y sureste del país, el número de muertos oficiales ya rebasa los 450, pero aún no se sabe cuál ser la cifra final ya que decenas de personas aún se encuentran entre los escombros de los que fueron sus hogares y lugares de trabajo.
Aún faltan sentir sus efectos a corto y mediano plazo, que pueden ser el cierre de empresas, la supresión de puestos de empleo, el cierre temporal de escuelas, centros de salud, la falta de acceso a los servicios públicos y carreteras, que como en todos los desastres naturales dislocan la economía de las regiones. Tal vez una de las afectaciones más palpables será que miles de mexicanos, trabajadores del campo y la ciudad se quedaran sin un techo donde vivir y que cientos más serán desplazados de manera forzada de sus hogares y colonias.
Las imágenes son desgarradoras, miles de personas luchando entre los escombros por rescatar a sus seres queridos, la destrucción, la desolación en las colonias, pueblos del sureste mexicano y de la zona rural de la Ciudad de México,  enfrentamientos cotidianos con el ejército y los medios de comunicación, decenas de familiares y brigadistas oponiéndose a la entrada de maquinaria pesada, luchando por la vida de quienes aún quedan entre los escombros, un caso a destacar es el de la fábrica textil, donde los dueños estaban más preocupados por sacar la mercancía que por la vida de sus empleados, es gracias a las redes sociales que millones hemos conocido de primera mano la situación y hemos podido coordinar la ayuda desinteresada.
Los medios masivos de comunicación han disfrazado el problema, se centran solo en algunos casos particulares y han hecho de la tragedia una ficción, como sucedió con el caso de la “niña Frida Sofía”, enalteciendo las labores del ejército y la marina, pintándolos como los héroes, cuando ha sido denunciado su papel obstaculizador en las labores de rescate, estos mismos medios están siendo utilizados para presentar al presidente y a los políticos, especialmente el PRI como personas interesadas en solucionar la problemática, como bondadosos que renuncian a sus subsidios de campaña, una ¡vil mentira!, una maniobra de confusión.
La realidad es que ninguno de estos políticos se ha podido parar en las zonas de desastre ante el rechazo de la población, ejemplo de ello lo tenemos con la visita controlada del presidente al Estado de México, en que a pesar de la porra priista, la gente comenzó a pedirle que “tomara la pala”, lo mismo a sucedido con Osorio Chong, al que le gritaron ¡deje de estorbar póngase a trabajar!
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Televisa, Tv Azteca hacen una labor para limpiar la cara de los empresarios y presentarlos como grandes filántropos, “diciendo deposita en la cuenta tal y fulano duplicara el apoyo”, cuando todos sabemos que estos intermediarios lucran con la solidaridad de la gente, como reza un meme: el señor de los tamales no dijo por cada tamal que me compren donare una más, regalo la olla completa
El gobierno habla de reconstrucción pero solo ha garantizado un apoyo de entre 75 mil y 85 mil pesos por casa destruida, esto es una miseria, hoy el PRI lanza una propuesta para reducir el presupuesto a los políticos y dicen que con el dinero ahorrado ¡se podrían construir 5 mil casas con un valor de 200 mil pesos! Esto solo demuestra que las prioridades no están en la reconstrucción, sino que siguen siendo el pago de la deuda y el gasto desmedido. Es necesario luchar por una reconstrucción de verdad.

Las brigadas populares son el germen de la solidaridad

La mejor cara de esta tragedia ha sido la solidaridad y autorganización de la población, hemos visto las imágenes de cientos de jóvenes con casco, con guantes y chalecos, en cadenas humanas interminables con botes, rescatando personas, organizando los centros de acopio, a miles de personas humildes dando lo poco que tienen. Las calles de los lugares siniestrados han sido tomadas por jóvenes que en bicicleta o en moto transportan a personas, víveres, medicamentos.
Todo ello muestra el peso real de los jóvenes y de los trabajadores en la sociedad, muestra la capacidad de movilización y de organización que se mantiene latente entre la clase trabajadora mexicana y su juventud y las potencialidades de la misma.
El gobierno teme a la organización popular, porque recuerda la experiencia de 1985, cuando ante la inactividad y omisión del Estado, cientos de miles, salieron a las calles y al tiempo que rescataban a miles de mexicanos, minaron las estructuras de control del régimen priista, volviendo a la Ciudad de México en un bastión de la oposición al régimen, con la población más organizada y politizada de la nación, es por ello que rápidamente han llamado a la normalización de la vida y boicotean la autoorganización.
Pero la rebelión continua, un ejemplo de ellos son los estudiantes del centro del país que han obligado a las autoridades a dar marcha atrás a la normalización de clases, como muestra un botón, en un comunicado la Preparatoria 8 de la UNAM, ante la presión estudiantil se dice “se reabrirán las puertas del plantel con un espíritu de empatía y solidaridad con los universitarios y el pueblo mexicano. Reiniciaremos las actividades académicas, pero también, que no quepa duda, se dará continuidad a las brigadas emergentes de alumnos y profesores, y a los mecanismos de ayuda que siguen brindando los miembros de la comunidad universitaria en distintos ámbitos”
En la UAM y el IPN los estudiantes han decidido en asambleas multitudinarias no regresar a clases y tomar las escuelas para que sean puntos de apoyo de la movilización popular. Lo mismo ha sucedido con la UNAM, donde los estudiantes en asambleas han votado “ponerse en paro para continuar con las brigadas por todo el centro del país”, pero exigiendo a la vez que se garantice la seguridad de trabajadores, académicos, administrativos y estudiantes ante el daño que se generó en las instalaciones.
Organizaciones políticas, sociales y sindicales que tradicionalmente se movilizan han puesto su experiencia y organización para estructurar las labores de rescate, un ejemplo de ello han sido los profesores de la CNTE en Oaxaca y Chiapas, los trabajadores de la coordinadora del sector salud, el Sindicato Mexicano de Electricistas, que organizó brigadas de rescate y para reinstalar la luz, lo mismo ha pasado con organizaciones sociales cuyo orígenes vienen del sismo que hace 32 años devastó la ciudad de México. Sin embargo no toda la clase trabajadora ha salido de manera organizada, en la mayoría de los casos los sindicatos corporativos ligados al régimen no han llamado a la organización y muchos de los que se dicen democráticos tampoco.

Es necesario organizar la reconstrucción

21768128_10155751639130816_1574221060600460878_nLa reconstrucción no vendrá de los políticos y los empresarios, será obra de la población misma, pero para ello es necesario pasar del nivel de organización de solidaridad y urgencia a un nivel de auto organización política para demandar soluciones de fondo.
Un ejemplo de ello se dio en la ciudad de Nueva Orleans, donde después del paso del Huracán Katrina, miles de personas perdieron su hogar y las grandes empresas se beneficiaron de la destrucción, enviando a un exilio forzado a miles de trabajadores dispersos en albergues por todo el país, sobre todo negros. El Gobierno y empresarios tomaron sus terrenos, en el mejor de los casos les dieron una miseria de dinero a cambio y reconstruyeron Nueva Orleans desde arriba haciendo grandes negocios con la especulación inmobiliaria ya que el Huracán los ayudo a deshacerse de los barrios y población pobre. Pero hubo una respuesta, miles de personas se crearon comités por la reconstrucción desafiando al poder político y económico, retomaron sus casas y se organizaron políticamente exigiendo que los recursos de la Guerra se canalizaran para la reconstrucción.
En México el terremoto del 85 también dejo gérmenes de organización, entre los jóvenes y trabajadores de aquella época, desafortunadamente estos gérmenes no florecieron en organización desde abajo e independiente, como dice otro meme , Tal vez la generación del 85 no pudo mejorar la realidad, pero dio a luz a jóvenes mejores que lo lograran.
Desde el CORCI planteamos que es necesario organizar las brigadas y comités y exigir:

¡Vida y vivienda para todas las víctimas!

¡Continuar con la auto organización!

¡Destinar todos los recursos necesarios!

¡Por un plan nacional de reconstrucción desde abajo, con la participación de la población!

¡Echar abajo el régimen del PRI PAN, abrir la discusión para la creación de nuevas instituciones que respondan a los intereses del pueblo y los trabajadores!

 

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