Entrevista de Hans-Werner Schuster, editor de Freie Plattform fur Arbeiterpolitik (Tribuna Libre por una Política Obrera)
En Francia en la vida pública institucional ya no se escucha hablar
de la Comisión Europea… ¿Habrá desparecido?
Sin embargo, el 22 de mayo de 2017, la Comisión Europea publicó sus “recomendaciones específicas para cada país”, en el marco del ciclo anual llamado semestre europeo. A esos que no comprenden nuestra posición a favor de la ruptura con la Unión Europea y de sus instituciones, o que niegan la necesidad de este combate, nosotros recomendamos estudiar atentamente, para cada país y para su propio país, el contenido de estas recomendaciones.
Además de los dictados generales de austeridad y de privatización, se puede encontrar, para cada país, las incitaciones a suprimir los “obstáculos a la competitividad” (entre los
cuales, por ejemplo, la privatización total de los ferrocarriles). Y también las recomendaciones que conciernen la evolución de los salarios y de los convenios colectivos (que ellos denominan “procesos de fijación desalarios”).
Este sistema de “semestres europeos” es un paso hacia la instauración del “gobierno económico europeo” exigido por Obama, prometido por Merkel, que las direcciones sindicales aceptan “pero bajo otra forma”, y que Macron reanima al proponer un ministro de Finanzas de la Unión Europea.
¿Qué preconiza la Comisión Europea contra los trabajadores de Alemania y de Francia?
Por lo que concierne a Alemania, la Comisión Europea se felicita de la política de austeridad absoluta y del respeto de la regla de oro del déficit cero del gobierno de la Gran coalición de Merkel (un gobierno de unión entre la derecha y el Partido Socialdemó- crata SPD).
Pero es a la clase obrera francesa a la que ésta dirige sus órdenes más
brutales. ¡Podéis comprender mejor el origen de los ataques del gobierno
Macron contra el Código del Trabajo y vuestro sistema de Seguridad Social!
Tú eres responsable sindical Ver.di y miembro de la comisión obrera (Afa) del Partido Socialdemócrata en Dusseldorf.
El congreso del SPD tuvo lugar el 25 de junio pasado en Dortmund. ¿Cuáles son los resultados de este congreso?
El congreso del SPD aprobó, en menos de seis horas, el “programa del gobierno 2017-2021”. Es decir, un documento de ochenta y ocho páginas por el cual 1 600 enmiendas habían sido sometidas. Documento dirigido a continuar la gran coalición o a formar
eventualmente una coalición con los Verdes y el partido liberal FDP. El desarrollo del congreso tenía por objeto disciplinar a los delegados: tres minutos de tiempo de palabra, decenas de intervenciones rayadas, las enmiendas enviadas a comisión; todo para
ahogar la discusión…
¿El aparato del SPD logró por tanto hacer callar la voz obrera?
Es más complicado… El texto fue adoptado a la unanimidad menos una abstención, pero hubo notas desafinadas. La primera concierne el problema de los refugiados que se fugan de Afganistán por la guerra y la ocupación de la OTAN. La comisión de enmiendas,
presidida por Martin Schulz (presidente del SPD -ndlr), había adoptado que estos refugiados debían ser expulsados. Pero el congreso adoptó una posición contraria a la de
la comisión, rechazando las expulsiones hacia Afganistán.
La segunda nota falsa fue cuando una representante de la “izquierda” oficial del SPD, Gerlinde Schermer, presentó una resolución contra las asociaciones público-privado (PPP).
Estas PPP son en Alemania como en todo el mundo un poderoso medio de saqueo de los fondos públicos a través de las empresas privadas en detrimento de los servicios que ellos dan a los ciudadanos. Es cierto que la resolución propuesta por Schermer no fue
adoptada, sin embargo recibió el apoyo de una cantidad importante de delegados, provocando la cólera del aparato.
¿No obstante, en ese congreso “al que le habían puesto un candado”, el choque se expresó entre los dirigentes partidarios de la gran coalición con Merkel y la expresión de las aspiraciones de la clase obrera alemana?
Efectivamente, por dar otros ejemplos: el delegado Michael Jung, miembro del buró nacional del Afa, tenía el mandato de tres comisiones las más importantes del partido: la
comisión mujeres, la comisión de los viejos y la comisión obrera, la Afa. En nombre de estas tres comisiones, él exigió el regreso a la jubilación a los 65 años (contra 67 actualmente) y el aumento muy claro de las normas de remplazo de los jubilados (actualmente de 48%). Cuándo él tomó la palabra indicó que esta posición
estaba apoyada por un texto firmado por 42 000 metalúrgicos. ¡Y como porcasualidad, la palabra le fue brutalmente retirada por, pretendidamente, haber rebasado el tiempo de palabra!
La lucha de clases se invitó al congreso del SPD. Chocó todas las formas de la gran coalición con la burguesía y el marco fijado por la Comisión Europea. Es por esto que
los partidarios del periódico Freie Plattform fur Arbeiterpolitik demandamos
continuar y desarrollar nuestro combate por la ruptura con la Unión Europea.