El convenio con el FMI determinaba un aumento del 150% de las tarifas del transporte, aumento de tarifas eléctricas, aumento del 200% del precio del petróleo, despido del 15% de empleados públicos y del 15% del personal ferroviario, eliminación de controles de precios, congelamiento de salarios por dos años, unificación del mercado cambiario y liberación del precio del dólar…”
El párrafo que antecede parece describir la historia reciente de la Argentina, y estar hablando de las medidas de Mauricio Macri en el periodo 2015/2019, pero ese párrafo corresponde a la presidencia de Arturo Frondizi y son medidas que entraron en vigor en 1959, ya en 1955 La Revolución Libertadora, introdujo a la argentina en el FMI, recibió los primeros créditos Stand By y comenzó el ciclo de endeudamiento del país y de ajustes fiscales recesivos. Estos ciclos se consolidaron durante la dictadura cívico militar clerical del 76 al 83, se profundizaron con el neoliberalismo de Menem, explotaron en la crisis del 2001 con De la Rúa, y obtuvieron el récord de mayor volumen de endeudamiento en menor tiempo de la historia económica de la humanidad con Macri. En el periodo 2003/2015 en los Gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, se vivió un proceso de desendeudamiento, que implico el pago, con quitas de capital e intereses, pero pago al fin, de las deudas de gobiernos anteriores. Ahora el Gobierno de Alberto Fernández, vuelve a repetir la misma historia, consigue una quita de los intereses de la deuda, pero al fin y al cabo paga aquello que ya hemos pagado varias veces. Y el dinero que se paga es el dinero que los trabajadores argentinos necesitan para poder vivir sin las privaciones a las que hoy se encuentran sometidos.
Siempre hay un gobierno que endeuda, y otro que paga. Como esta visto, los gobiernos cambian, pero el ciclo de endeudamiento se repite, ¿qué es lo que no cambian en este ciclo? Lo que no cambia nunca es QUIEN hace el esfuerzo para pagar la deuda, ese esfuerzo siempre ha caído sobre las espaldas del pueblo trabajador a partir de los ajustes mas o menos violentos de los que ha sido objeto en toda la secuencia historia.
El rechazo al pago de la deuda externa por injusta, ilegal y espuria es una necesidad incontrastable, un acto de justicia y una reivindicación inclaudicable.
Siempre lo hemos planteado y lo seguiremos planteando.
Pero no podemos dejar de apreciar que esta termina siendo una posición principista que hoy no moviliza a la clase trabajadora.
Por eso proponemos un juicio público a los funcionarios que endeudaron al país y autorizaron los mecanismos de fuga de capitales, a sus cómplices en los organismos internacionales de crédito y fondos de inversión, que se declaren estos delitos como delitos de lesa humanidad, ya que es indudable el dolor, el sufrimiento y la muerte que estos comportamiento delictivos producen, finalmente se incauten los dineros provenientes de la fuga de capitales producto del endeudamiento y se lo reintegre a la economía de los países afectados.
El próximo año el gobierno argentino deberá negociar un acuerdo con el FMI, este acuerdo NO puede incluir ningún condicionamiento a la política económica a aplicar en el país, NO es aceptable cualquier tipo de recorte o ajuste fiscal, modificación en los derechos previsionales, reducción de salarios, aumento de tarifas u otras medidas típicas de las recetas del Fondo.
Ricardo Martínez
Extraído del Jornal Resistir 269 14 de agosto