Christel Keizer, secretaria nacional del POID (Francia), responsable de su comisión de mujeres trabajadoras

Desde el 17 de septiembre, en Irán, las mujeres, junto con los hombres, se han estado movilizando por cientos, luego por miles y decenas de miles, para protestar contra el régimen responsable de la muerte de Mahsa Jina Amini, de 22 años, luego de su arresto por parte de los policía moralidad siniestra.
Mientras la policía anuncia oficialmente treinta y cinco muertes -casi sesenta según otras fuentes- y miles de arrestos, los trabajadores del mundo están incondicionalmente con las mujeres y los hombres de Irán contra la represión, por las libertades democráticas que demandan las mujeres. Y para empezar, la libertad de elegir libremente cómo vestir.
Su lucha se suma a la de las mujeres de todo el mundo. Se suma a la de las mujeres y niñas de Afganistán que se manifiestan con valentía por el derecho al regreso a las escuelas cuestionado por los talibanes, reinstalados por Biden en agosto de 2021. La lucha de las mujeres en Rusia, al frente de las movilizaciones contra la guerra. La lucha de las mujeres en Estados Unidos, por el derecho a disponer libremente de sus cuerpos. La lucha de las mujeres en Europa, las primeras víctimas de la subida de precios, la precariedad y la “guerra interior” de los gobiernos capitalistas belicistas
En Irán, caminando lado a lado y en pie de igualdad con los hombres, cantando “¡Abajo el dictador, ya sea el sha o el mula*!” », las mujeres indican que es el antiguo régimen de opresión el que debe ser barrido. Un régimen que, como todos los demás, hace pagar a los trabajadores la crisis del sistema capitalista basado en la propiedad privada de los medios de producción. Un régimen que mantiene y agrava todas las formas de opresión, especialmente la patriarcal, porque se trata de preservar la explotación.
Estos problemas se plantean en todo el mundo, como afirmamos hace dos años, lanzando con Rubina Jamil, Secretaria General de la Federación Sindical de Todo Pakistán (APTUF), la convocatoria para la realización de un encuentro Internacional de Mujeres Trabajadoras:
“En todo el mundo, las mujeres se están movilizando cada vez más en la lucha por la igualdad efectiva de derechos entre mujeres y hombres. Víctimas de una doble opresión, de una doble explotación, en todos los ámbitos, como trabajadoras pero también como madres y mujeres, se encuentran contra toda forma de opresión, discriminación y violencia, dominación patriarcal.
Las que estamos comprometidas en nuestros respectivos países en estas luchas y movilizaciones sabemos que las demandas específicas de las mujeres son parte de la lucha más general de la clase obrera por su emancipación.
Sin embargo, las mujeres –y esto no es contradictorio– tienen demandas específicas: igualdad salarial e igualdad profesional, igualdad jurídica, establecimiento de estructuras de atención a la infancia, por el derecho a tenerse a sí mismas y por la libertad de elección de la maternidad, el fin del acoso y la violencia que sufren”.
Un encuentro que nos inscribimos en la continuidad de la conferencia de la Internacional de Mujeres Socialistas en Copenhague, en 1910, que decidió organizar un día internacional de la mujer el 8 de marzo de cada año.
¡Viva la lucha de las mujeres iraníes!
¡Viva la lucha de las mujeres trabajadoras en todo el mundo!
Christel Keizer, secretaria nacional del POID, responsable de su comisión de mujeres trabajadoras
* Es decir, el Líder Supremo del régimen teocrático.