Por la primera vez desde que yo enseño, ni mis colegas ni yo misma nos sentimos nunca solos. La solidaridad es sinónimo de poder. Hay poder en el sindicato, y los sindicatos son más fuertes cuando están dispuestos a combatir las injusticias (…). Estamos unidos porque los estudiantes de Rutgers merecen la mejor enseñanza posible, lo que implica pagar a sus profesores un salario correcto y ofrecerles un mínimo de estabilidad y de seguridad en el empleo, con el fin de parar la tasa elevada de rotación de los profesores y la práctica humillante que consiste en solicitarnos postularnos de nuevo para nuestro empleo cada semestre.” Continúa leyendo La primera huelga en 257 años estalla en la universidad Rutgers, en New Jersey