Extractos del Boletín del Comité unité – Eenheidscomité, bilingüe en francés y flamenco, que combate “por la unidad de los trabajadores de todo el país”.
“El gobierno Michel, formado por cuatro partidos, fue instalado en 2014. Su política es conforme a las exigencias de la Unión Europea: el objetivo de reducción de la deuda, “reforma” del mercado del trabajo (el fin de las 38 horas por semana), aumento de la edad para jubilarse (67 años), privatizaciones, salto de indexación, etc. Ante tal maquinaria de guerra antisocial, el problema de la movilización de las masas contra este gobierno continúa planteado. El 19 de mayo la Federación General del Trabajo de Bélgica (FGTB), organizó un agrupamiento de 2 000 militantes en Brusela.
El objetivo de este agrupamiento tan limitado era demandar al gobierno “que cambie de rumbo”, “que restablezca más justicia social y fiscal”; lo cual no tiende a movilizar a las masas, pues nadie puede creer que tal deseo sea realizado. En el periódico L’Avenir (19 de mayo), Marc Goblet (secretario de la FGTB –ndlr), que preveía en un principio una participación de 4 000 militantes dijo lo siguiente: “Las decisiones también se toman en las centrales. Yo pensaba que era necesario hacer otra cosa en el contexto actual (…) Pero contrariamente a lo que se cree, yo no decido solo. Si por mi fuera…” Lo menos que se puede decir es que esto traduce un malestar en el seno del aparato de la FGTB. Sin embargo, los trabajadores tienen derecho a exigir que se realice la unidad contra el gobierno Michel y contra las exigencias de la Unión Europea.
Poner en evidencia el carácter común de los ataques, la unidad de los trabajadores flamenco parlantes y franco parlantes es la condición sine qua non para hacer caer el gobierno. Pero, en el seno de la FGTB este punto de vista no siempre se desarrolla. Es así que en el último número del 19 de mayo de 2017, el órgano del MWB (Metalúrgicos Valones Bruselas de la FGTB) explica la política del gobierno en los siguientes términos: “Se trata de la desaparición del 25% de las camas de hospital. Lo que se conoce de las intenciones de la ministra hace temer lo peor… para los valones (…) La clave de la repartición demográfica penalizará evidentemente a los enfermos valones que padecerán del cierre de las instituciones, más pequeñas y descentralizadas (…) Los nacionalistas flamencos no se esconden.
El patrón de la N –VA explica que no hay que asquear a los valones de Bélgica”. Se podría señalar que, por ejemplo, la disminución del 25% de la cantidad de camas de hospital en Bélgica no es otra cosa que el equivalente de la ley Touraine en Francia, que se aplica por órdenes de la Unión Europea. Ley que ataca a los “pequeños” hospitales de provincia así como a los de las grandes ciudades. Y en Francia no hay ni valones ni flamencos.
No existe ninguna razón para hacerles el juego a esos que tratan de dividirnos, provocando la rivalidad entre flamencos y valones, lo que se decide en realidad a un nivel superior. Cada uno comprenderá que si los trabajadores de Bélgica se ven impedidos de unirse contra el gobierno, este puede continuar durmiendo sobre sus laureles. Pero nada esta jugado.
Cualesquiera que sean la maniobras, los trabajadores siguen organizados en sindicatos a nivel de todo el país. Pero combatir el veneno de la división es indispensable para hacer ganar a los trabajadores”.