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Editorial del número 18
El pasado 10 de diciembre el gobierno de AMLO anunció que se llegó a un acuerdo para la ratificación del Tratado México-Estados Unidos-Canadá, (TMEC) a través de una “adendum” que fue discutido en los últimos meses por los representantes de los tres gobiernos. Marcelo Ebrad y Jesus Seade, negociadores por parte del gobierno mexicano, presentan este acuerdo como una victoria para la diplomacia mexicana y para la nación.
Sin embargo, este nuevo acuerdo es la profundización de la política neoliberal sobre nuestro país, un acuerdo que en términos reales mantiene el 90 % de lo establecido en el TLCAN firmado en 1994 por el gobierno de Salinas. El TMEC, representa continuar con la política de saqueo de los recursos naturales de la nación mexicana, desreglamentación de los derechos conquistados por lo trabajadores, pérdida de soberanía, apertura al gobierno de EUA para que pueda intervenir en asuntos que beneficien a sus intereses.
Durante los últimos meses el presidente AMLO, insistió una y otra vez al gobierno de EUA que se apurara a ratificar el TMEC, en las últimas semanas se dirigió a Nancy Pelosi, líder de los Demócratas en el congreso norteamericano, para que destrabaran la ratificación en aquel país. La posición actual del presidente respecto al TMEC contrasta con lo que mencionó durante su campaña de 2006, 2012, 2018 donde manifestaba un rechazo a la política de libre mercado, denunciando lo que ha representado el TLC para nuestro país, perdidas de derechos, privatizaciones, saqueo de recursos naturales, militarización, crecimiento de la migración, abandono y destrucción del campo mexicano, concentración de la riqueza en unas cuantas manos, etc.
Quienes votaron por AMLO y su partido lo hicieron para que terminara con esta política de destrucción, dieron un mandato claro, ruptura con la política neoliberal, ruptura con los acuerdos que perjudican a las mayorías, la ratificación del TMEC así como la aceptación de la política migratoria de Trump nada tienen que ver con la aspiraciones de las masas.
MORENA y AMLO con mayoría en las cámaras han perdido la oportunidad histórica de rechazar el sometimiento de la economía mexicana a los intereses del imperialismo norteamericano. Diversos militantes y activistas en los últimos meses firmaron una carta abierta dirigida al presidente y a los legisladores en este sentido, para pedirles se negarán a ratificar el TMEC y avanzaran en romper con las políticas de sometimiento, pero no ha existido eco de esta petición, por el contrario, los senadores han aprobado el adendum en menos de 48 horas.
La cuestión de la protección laboral: “cambiar oro por cuentas de vidrio”
En las últimas semanas la discusión sobre la renegociación se centró en algunos puntos en particular, como lo fueron la reglamentación sobre, el porcentaje de acero y aluminio que deberán contener los automóviles que se fabriquen en los tres países, la cuestión de los medicamentos similares… pero uno de los puntos más relevantes fue el tema de la protección laboral.
De acuerdo con los medios oficiales, el problema se centraba en que los líderes sindicales de la AFL CIO, ligados al Partido Demócrata, no aceptaban el tratado sí éste no contenía clausulas para la protección de los derechos laborales, en especial la posibilidad de que existieran supervisores e inspectores laborales, esto era lo que dificultaba el acuerdo.
Ya desde la primera propuesta del TMEC, se habían acordado modificaciones al marco legal mexicano, implementadas en reformas a la Ley Federal del Trabajo desde mayo de este año, que implicaban la libre sindicalización y nuevos mecanismos legales para las disputas laborales.
Sin embargo, a pesar de ponerse sobre el papel, estas nuevas disposiciones no se han aplicado de manera completa, como hemos expuesto en estas páginas, los aumentos salariales fueron evadidos de diversas maneras por los patrones, como sucedió en Matamoros, dando lugar el surgimiento del MOM 20 32, además a través de diversos mecanismos legales los sindicatos blancos y corporativos se preparan para negar el derecho a la libre sindicalización, por otra parte el gobierno federal no ha destinado presupuesto para que las nuevas oficinas del trabajo funcionen. En los hechos las violaciones a los derechos laborales se siguen dando.
Por su parte las direcciones sindicales, han saludado estas disposiciones y en algunos casos también han hecho eco del llamado a la ratificación “Fast track”. Esta posición desde nuestro punto de vista es incorrecta, como explicamos en los artículos interiores (donde reproducimos la editorial de The Organizer), la firma del TMEC es la entrega de la soberanía y las riquezas naturales, es contradictoria con las demandas de los trabajadores por la nacionalización de la industria energética, por echar atrás las políticas de privatizaciones y contención del salario que tanto han afectado a los trabajadores sindicalizados o no, argumentar que con las promesas del TMEC mejoraran de manera automática las condiciones laborales, o dejar en manos de paneles de expertos las disputas, es renunciar a la independencia de clase, a la organización de los trabajadores. Avalar el T MEC es de nuevo cambiar oro por cuentas de vidrio.
Un hecho a destacar es la reacción de los voceros de las principales cámaras de empresarios, el presidente de la COPARMEX Gustavo de Hoyos dijo: “desde Santa Anna, que cedió la mitad del territorio, México no había cedido tanto en una negociación como lo está haciendo ahora el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador con el T-MEC”. la molestia es porque el acuerdo permite al gobierno de EUA una mayor intervención en la toma de decisiones en cuanto a la defensa de los intereses norteamericanos. Sometiendo a un más a sus socios locales a las necesidades generales del imperialismo norteamericano, reduciendo aún más el margen de ganancia y de maniobras de los empresarios mexicanos. La reacción natural de estos será pasar la factura a la clase trabajadora, como ya lo vimos en el caso de la frontera norte, donde la ola de despidos no cesa, por supuestas restructuraciones.
Es necesario oponernos al TMEC
Es necesaria la más amplia información sobre lo que ha representado el TLC para México y lo que ahora está en puerta con el TMEC, Es necesario combatir este acuerdo, es necesaria la unidad de los trabajadores de los tres países.
Desde el momento mismo de su anuncio, trabajadores de EUA, han lanzado un llamado para votar no al T MEC, en México y Canadá debemos levantar una oposición a este tratado.
Es por ello que hacemos un llamado a preparar una Conferencia Binacional contra el T MEC, contra el muro de la Vergüenza de Trump, hacemos un amplio llamado y pronto daremos a conocer la convocatoria.