
Joe Biden realizó su gira por Europa. Primero, en la cumbre del G7 (1) en Gran Bretaña, luego, en la OTAN, para continuar con la Unión Europea y terminar con un encuentro con el presidente ruso.
“América está de vuelta”, repitió Biden en el G7. Finalmente, es solo una nueva versión del “¡América primero!” de Trump. En efecto, en esas diferentes cumbres de lo que se trataba para Biden era en principio llegar a un “realineamiento de la alianza occidental para estrechar los vínculos y proyectar su influencia en el mundo frente a los Estados hostiles” (2). Biden “contempla un objetivo central: reclutar a los aliados de los Estados Unidos”. “Reclutar” es justo el término que conviene. Todas las grandes potencias imperialistas de Europa y Japón, la OTAN y la Unión Europea deben doblegarse a las necesidades del capital financiero de los Estados Unidos y del representante de la Casa Blanca.
Para empezar, contra China: “Biden no ha roto con la línea de su predecesor que pretende hacer de China el principal adversario de los Estados Unidos”. El comunicado final del G7 le consagra párrafos enteros, yendo incluso hasta reclamar “una nueva investigación sobre el origen del virus del Covid-19 incluyendo a China” (3). De manera paralela, el G7 puso en guardia a Rusia advirtiéndole “acabar con sus actividades de desestabilización” En cuanto a la cumbre de la OTAN, aprovechó la ocasión para calificar a China y a Rusia como países a los que hay que “afrontar”.
En cuanto a la Unión Europea, Biden expresó su verdad sobre lo que ésta última debe resignarse a aceptar ser, según el capital norteamericano: “Una entidad fuerte y dinámica (…), columna vertebral de la OTAN.” Así se presenta el “proyecto europeo”, reducido al estatus de proveedor de tropas auxiliares y de financiamiento de operaciones de control del orden mundial, ¡en el único interés de Wall Street! La misma OTAN, como él mismo lo hizo notar, “es de una importancia capital para nuestros intereses. Si no existiera, tendríamos que inventar aquello que le permita a América hacer lo que ella hace en el mundo”.
Todo ello no el impidió a Macron el lanzarse en un verdadero baile de vientre para intentar arrebatarle al Premier Británico, anfitrión del G7, los favores del presidente americano… Le Fígaro publica con ironía: “Desde la apertura de la cumbre (…), Macron acaparó a Joe Biden, rodeándolo afectuosamente con su brazo recorriendo con él algunos tramos sobre la playa (…) Es divertido ver, en los corredores del G7, al británico intentar disputar los favores del presidente americano con Emmanuel Macron. Biden les ha dado un empate a cero dirigiendo su primera invitación a la Casa Blanca en julio próximo a Angela Merkel”. Esto es así, porque para el imperialismo americano y su representante, el interlocutor serio… y el principal competidor en el Viejo continente es la burguesía alemana.
América está pues “de regreso”, a pesar de sus “aliados”, a los cuales Biden no deja otra elección que la de alinearse. Esas son las necesidades dela burguesía más poderosa del mundo, confrontada a la crisis del sistema capitalista.
…………………………
Jean Alan
___________________________________
(1) El G7 es el grupo delos países más ricos del mundo: Estados Unidos, Canadá, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Italia y Japón.
(2) Todas las citas se desprenden de Fígaro de los 10, 12 y 13 de junio.
(3) Roux de Bézieux, representante de la Medef (Principal organización patronal francesa, ndlt) aporta a su manera las razones de esa ofensiva contra China: “China quiere jugar con otras reglas del juego que nosotros. (…) Nos da la impresión que regresamos a un período que nuestra generación felizmente no había conocido” (France Inter 14 de junio) Traducción: El hecho que la propiedad nacionalizada en China (desde 1949) escape al mercado capitalista les es intolerable.