Desastre sanitario en el mundo: No equivoquemos quienes son los culpables
Los gobiernos capitalistas multiplican los anuncios y las medidas “para luchar contra la pandemia”. ¿Se puede llamar a estas medidas “sanitarias”, como pretenden los gobiernos? ¿O tienen como objetivo golpear a los trabajadores, restringir las libertades democráticas y tratar de dividir a los trabajadores en «vacunados» y «no vacunados» para absolver a los gobiernos de sus responsabilidades?

Como docente, puedo garantizar que nunca se ha tomado ninguna medida “sanitaria” esencial en las escuelas durante dos años, por razones puramente presupuestarias. Sin máscaras KN 95, sin contratación para dividir clases o para reemplazar personal ausente. Por no hablar del transporte público, que constantemente crea conglomeraciones.
Mario Draghi impuso el pase “sanitario” (“Pase Verde”) al personal del hospital. Luego, al comienzo del año escolar en septiembre de 2021, lo extendió al personal de la escuela. Tienen el “Pase Verde” los empleados que hayan sido vacunados, o que se hagan un test cada cuarenta y ocho horas, y los que ya hayan estado enfermos de Covid. El personal sin “Pase Verde” fue “suspendido” y privado de salario. Por lo tanto, era claramente una medida dirigida contra los trabajadores.
En diciembre de 2021, el gobierno introdujo un Pase Verde «reforzado». Obligatorio a mediados de diciembre para el personal escolar y hospitalario, extendido a otros sectores profesionales, solo se puede obtener mediante vacunación (y además mediante pruebas negativas). A partir del 15 de febrero será obligatorio en todos los sectores profesionales. Además, el gobierno ha decretado la vacunación obligatoria para todos los ciudadanos mayores de 50 años, condición tanto para el acceso al trabajo como a los lugares públicos.
Al centrar el debate en la vacunación y señalar a los “no vacunados” como responsables, el gobierno está tendiendo una trampa divisiva para los trabajadores. Sin embargo, en las escuelas primarias, un tercio de las clases ahora están en “cuarentena”, mientras que el 98% de los maestros están vacunados. ¡Cómo afirmar que el 2% de los no vacunados son los responsables del cierre de un tercio de las clases!
Y en los hospitales, donde las unidades de cuidados intensivos están desbordadas, no son los “no vacunados”, ¡sino los sucesivos gobiernos que cerraron 7.000 camas de cuidados intensivos antes de la pandemia y nunca más las han vuelto a abrir! Como en Francia, el gobierno italiano ha canalizado cientos de miles de millones de dinero público a los capitalistas, en particular para acelerar la regionalización de los servicios públicos, cuando una de las causas de la desastrosa situación de los hospitales es precisamente la regionalización del sistema de salud.
Vacunados o no, muchos trabajadores ven con razón estas medidas como una agresión. El principal problema se concentra en la posición de los líderes de las organizaciones sindicales: algunos apoyan directamente estas medidas –como es el caso de la CISL otros no se oponen francamente, como es el caso de los directores de la CGIL y la UIL.
Con nuestro corresponsal en Italia, Lorenzo Varaldo