El 11 de marzo, Biden hizo votar en el Congreso una extensión presupuestal de “ayuda a Ucrania” de 14 mil millones de dólares, votada por republicanos y demócratas.  ¿De qué “ayuda” se trata? “Casi la mitad de esos fondos será vertido al ejército norteamericano, lo que debería permitir el despliegue de tropas en la región”, indica BFMTV (11 de marzo). Hay en este momento más de 6,000 soldados norteamericanos en Polonia y Lituania, y 7,000 suplementarios fueron enviados a Alemania. Pero para Biden, eso no es suficiente…

La dirección de la central sindical AFL_CIO, por su parte, no se va a oponer. El 9 de marzo, ésta dirección, históricamente subordinada al Partido Demócrata, declaró “apoyar las sanciones impuestas a Rusia”, solicitando que fueran “reforzadas”. Afirmó estar lista a apoyar a la administración Biden en esos esfuerzos y “apoyar una política que llevará a la seguridad, la paz y la democracia”.

En la “izquierda” del Partido Demócrata, el Democratic Socialist of America (DSA) se pronuncia por “una solución diplomática” de la guerra (26 de febrero) y por “el retiro de los Estados Unidos de la OTAN”, formulación curiosa tratándose de una alianza militar creada en 1949 por…el gobierno de los Estados Unidos. Y, sin embargo, la declaración no formula la menor crítica contra la administración Biden, cuyo nombre ni siquiera es evocado.

El senador -aparentemente demócrata- Bernie Sanders, por su lado, declara que “Los Estados Unidos y nuestros aliados deben imponer severas sanciones” a Rusia. Él tampoco tiene nada que decir contra Biden, todo lo contrario. Normal, ya que tratándose de Sanders o de DSA, son uno y otro miembros del Partido Demócrata dirigido por…Biden.

La Unión Sagrada con Biden, es aceptar de nuevo miles de millones de dólares para la guerra, en un país que cuenta con 3.7 millones de niños suplementarios bajo el umbral de pobreza en el mes de marzo del 2022.

En sentido contrario a esta Unión sagrada, los trabajadores tienen reivindicaciones y emprenden una serie de huelgas para arrancarlas, como lo vienen de hacer miles de maestros de Minneapolis por sus salarios y sus condiciones de trabajo.

Voces se expresan contra el alineamiento con Biden, como la de los antiguos iniciadores de la coalición “el movimiento sindical contra la guerra” (US Labor Against the War) quienes declaran: “Condenamos las provocaciones de los Estados Unidos y los preparativos de guerra. Condenamos las políticas desestabilizadoras por las cuales los Estados Unidos han contribuido a la crisis, en especial, por la expansión de la OTAN hacia el Este.”

Como también la consejera municipal negra de Harlem (New York), Kristin Richardson Jordan, puesta en ridículo por la gran prensa porque osó declarar: “Los Estados Unidos y la Unión Europea están viviendo las consecuencias de su provocación contra Rusia con la expansión de la OTAN, pero lo hicieron de todas maneras porque no son ellos los que sufren, son los pueblos ucraniano y ruso. Debemos oponernos a todas las guerras en las cuales los pobres y los trabajadores luchan y mueren por los ricos.”