
¿Cientos de millones de mujeres y hombres en países de África y Medio Oriente podrán alimentarse en las próximas semanas? Según las Naciones Unidas, el mundo está amenazado por un “huracán de hambrunas”, porque muchos países dependen extremadamente de las importaciones de cereales de Ucrania.
Rusia y Ucrania representan el 30% de las exportaciones mundiales de trigo y Ucrania por sí sola representa la mitad del comercio mundial de semillas y aceite de girasol. Sin embargo, estas exportaciones se han detenido debido a la guerra en Ucrania y al bloqueo militar ruso del Mar Negro. Este parón de las exportaciones ucranianas está provocando un aumento vertiginoso de los precios en el mercado mundial.
¿Quién es responsable ? Para el gobierno de los Estados Unidos, es Rusia. Porque no solo la invasión de Ucrania ha bloqueado las exportaciones ucranianas al Mar Negro, sino que el secretario de Estado Antony Blinken añade que es «probable» que Rusia robe parte de las existencias de trigo de Ucrania y las venda en su beneficio. Que el régimen de Putin esté robando las reservas de cereales de Ucrania no sorprende en un régimen que sirve a los intereses de los oligarcas que han estado saqueando los recursos de Rusia durante más de treinta años.
Pero hacer que Rusia sea la única responsable es una gran hipocresía. Porque estas amenazas no provienen de la escasez de cereales, sino del aumento de los precios. Según Arthur Portier, experto en precios de cereales: “Trigo, habrá en existencia. Hay a nivel internacional. Ahora, ¿cuál es el precio? (…) Se esperan disturbios sociales en un buen número de países” (francetvinfo.fr, 8 de junio).
Pero ¿quién hace la lluvia y el buen tiempo en los mercados, quién pone el precio de los cereales que se compran y venden en todo el mundo? Son los capitalistas financieros y especuladores. Y durante décadas, la Junta de Comercio de Chicago en los Estados Unidos ha sido el epicentro del comercio mundial de granos. Es en Chicago donde, según los rumores de atentados en Kyiv o amenazas de sequía en Europa, los financieros y los especuladores elevan los precios y construyen así sus fortunas.
Jean Alain