Artículo extraído de Transición # 34

En las últimas semanas un escándalo ha sacudido la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) luego que se denunciara que la ministra Yasmín Esquivel Mossa, plagio la tesis con la cual obtuvo el título de Licenciada en Derecho por la UNAM en 1987.
Esta denuncia llega justo cuando Esquivel postulaba a la presidencia de la Corte, catalogada como la candidata de López Obrador (esté la propuso en 2019 para ingresar a la SCJN).
Para los sectores de la oligarquía dentro y fuera de la corte, la denuncia ha servido para cerrar el paso a Esquivel y hacer una diatriba en contra del gobierno de Obrador, que ha tenido que retirar su apoyo a la Ministra y exigir a la UNAM que actué contra ella.
Personajes y militantes de MORENA han salido en defensa de Esquivel, manifestando que se trata de un asunto que se ha “politizado” rebasando los marcos de la academia y las normas del propio tribunal.
En ocasiones esta defensa a ultranza de un personaje aliado de la 4T raya en lo absurdo en un alegato de lo indefendible: el plagio, el robo de ideas y la corrupción en la vida académica.
Una comisión especial de la UNAM ha comprobado que la tesis es un plagio, palabra por palabra, en el cual colaboró la profesora asesora, quien se apunta proporcionó los materiales a la entonces estudiante Yasmin Esquivel. La consecuencia por estas acciones que tendría cualquier estudiante de la UNAM o de cualquier otra institución de educación superior, sería la expulsión, por consiguiente, la NO obtención del título, pese a ello no se actúa de la misma manera con Esquivel.
Las autoridades de la UNAM y la SEP se echan la bolita para evadir el retiro del título y de la cedula profesional. De realizarse esta acción se pondría en cuestionamiento todos los juicios y procesos jurídicos donde haya tomado parte la actual ministra ejerciendo como licenciada en Derecho, se pondría en cuestión la rápida promoción que la llevo a la SCJN.
Periodistas, políticos, e intelectuales han hecho de este caso el tema central en las últimas semanas, cuestionando la figura de Esquivel, del presidente, del rector de la UNAM, pero ninguno de ellos cuestiona la legitimidad de la propia SCJN. Una corte, que ha traicionado los intereses de la nación mexicana y de los trabajadores.
De acuerdo a nuestra constitución la SCJN representa al poder judicial, uno de los tres poderes de gobierno. Su función es impartir justicia y evitar que los otros dos poderes violen la constitución o los derechos de los mexicanos.
Sin embargo, durante décadas este tribunal, no ha hecho más que avalar (volver legal) cada una de las reformas y leyes de los gobiernos neoliberales, aun y cuando abiertamente iban en contra del bienestar de los mexicanos.
- Ejemplos de ello son la aprobación dela legalidad de:
- · El rescate bancario (FOBAPROA ahora IPAB)
- · Las reformas a las pensiones y jubilaciones (las AFORE´s, reforma a las pensiones del IMSS y del ISSSTE), rechazando los amparos de miles de trabajadores.
- · La extinción de la compañía de Luz y Fuerza del Centro y con ello el despido de más de 45 mil trabajadores
- · Las reformas laborales regresivas de Calderón, que facilitaron los despidos y el outsorcing.
- · Las reformas fiscales, desde Zedillo hasta peña Nieto, que aumentaron los impuestos para la clase trabajadora.
- · La reforma energética de Peña Nieto, que permitió la privatización del gas, petróleo, electricidad
- Ya más recientemente con Esquivel en el cargo se aprobó la
- · Legalidad del tope de las pensiones y el pago en UMA´s en vez de salarios mínimos con lo que se afecta a miles de jubilados.

En cada ocasión miles de trabajadores a través de amparos, controversias y otros procesos jurídicos acudieron a la SCJN como último recurso para frenar o revertir estas reformas, y en cada ocasión las votaciones de los magistrados fueron en contra del espíritu de la constitución mexicana y en beneficio de grupos reducidos de la población o poderes extranjeros.
Este es un tribunal integrado por personajes seleccionados por los presidentes en turno y avalados por el Congreso de la Unión, es decir no es electo por la población. Cada presidente deja a o dos o tres ministros de la corte afines a él, que le cubrirán las espaldas al terminar su mandato.
El caso de la ministra Esquivel, no hace más que desnudar la calidad moral y ética de quienes componen este tribunal. Quienes llegan a él, no lo hacen por méritos propios o carreras intachables, sino por padrinazgo o compadrazgo de tal o cual grupo político o de poder (al que claramente responden al momento de las votaciones).
Esa es la calidad de quienes avalan las destrucciones de derechos y soberanía de nuestro país. Esa es la calidad de quienes imparten justicia en nuestro país.
El propio AMLO durante mucho tiempo denunció la corrupción en la SCJN expresando que “El Poder Judicial se fue eclipsando con el dinero” que sirve a las “minorías”, que “protege a los corruptos”. Sin embargo, a pesar de la gran legitimidad con la que llego al gobierno y de tener mayoría en el Congreso, ha renunciado a hacer una reforma radical al poder judicial, para desalojar a esos corruptos. En un par de años Obrador dejara la presidencia y los ministros quedaran para hacer de las suyas algunos años mas.
México necesita de un poder judicial que sirva a las mayorías, que no se electo por las elites, con ética profesional y honestidad, pero sobre todo que sirva a las mayorías. Esto solo será posible a través de una Asamblea constituyente libre y soberana que destruya el orden corrupto existente y ponga en pie instituciones al servicio de la clase trabajadora.