¿Qué está pasando en Mozambique?

   Desde hace cinco años, la guerra hace estragos en la provincia norte de Cabo Delgado, en este país africano que se había liberado del colonialismo portugués en junio de 1975, después de una larga lucha de liberación nacional. Cientos de miles de mujeres y de hombres fueron víctimas de esos enfrentamientos entre las milicias de al-Shabab y el ejército regular.

   Los enfrentamientos comenzaron después del descubrimiento de gigantescas reservas de gas natural. Esta situación agravó los problemas ya existentes: desempleo, crisis económica y pobreza extrema, forzando a muchos mozambiqueños a la emigración, principalmente hacia África del Sur donde sufren la sobreexplotación y la xenofobia (xenofobia estimulada por el gobierno sudafricano).

   Esta guerra es un tanto más horrible en cuanto que niños y mujeres se convierten en las principales víctimas, dada la cantidad de secuestros. Las fuerzas militares de Mozambique acusan de manera regular a las mujeres jóvenes de formar parte de las fuerzas rebeldes.

    La guerra ha sido el pretexto del envío de tropas de África del Sur y de Zimbabue, que no están ahí en el interés de la mayoría del pueblo y de los trabajadores de Mozambique; sino que sólo vigilan la salvaguardia de las ganancias de las multinacionales extranjeras y los destinos turísticos, como esas pequeñas islas que pertenecen a los oligarcas africanos y europeos.

  El país dispone sin embargo de un enorme potencial energético que permitiría satisfacer las necesidades nacionales y regionales de África austral. Pero el gobierno, subordinado al imperialismo, no le permite a la mayoría negra beneficiarse de los recursos de su propio país.

   El conflicto es aprovechado por los vendedores de armas y las multinacionales, como la sociedad francesa Total Energies, la norteamericana Exxon Mobil (éstas dos controlan las concesiones más lucrativas) y la italiana ENI. Los proyectos de esas sociedades representan un valor potencial de 120 mil millones de dólares según la Standard Bank de Mozambique, mientras que el país ocupa el lugar 172 (de 182) en términos de desarrollo humano.

    Como sección azaniana de la IV Internacional, hacemos un llamado para poner fin a esta guerra imperialista, así como por la reconquista de la soberanía del país sobre los recursos naturales para crear empleos, construir casas y desarrollar este país golpeado por  numerosas catástrofes naturales y guerras civiles. ¡Fuera la opresión imperialista sobre Mozambique!

Mandlenkosa ka Phangwa

Militante de la sección azaniana de la IV Internacional (África del Sur)

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