¿Basta con que la Constellation Brands se vaya de Mexicali?

Aspecto de la Caravana convocada el 30 de diciembre de 2002 por Mexicali Resiste: Fuente FB León Fierro
  • Sigue vigente la consigna de expropiación
  • Vaya a donde vaya a luchar contra el saqueo

Por grupo de la LCI en Mexicali

El pasado 30 de diciembre se realizó una caravana a la planta Constellation Brands en el Valle de Mexicali, la manifestación fue convocada por el colectivo Mexicali Resiste en demanda de la efectiva salida de la planta, bajo la consigna: ¡Porque a 20 meses de la consulta, no han quitado ni un tornillo!

Efectivamente fue en marzo de 2020, que se realizó la consulta Popular, convocada por el presidente AMLO, en la que más del 76% votó por la salida de la planta cervecera, pero a 20 meses de que el presidente anunciara la cancelación del proyecto existen dudas sobre la realidad de la salida de la Constellation Brands.

Como explica el activista y académico Iván Martínez: “Esto ha desatado sospechas, especulaciones y denuncias por parte de activistas y ciudadanía en general, así como ríspidos debates y acusaciones -algunas bastante subidas de tono- en redes sociales, sobre todo entre quienes confían en que la planta se está desmantelando y quienes afirman lo contrario. Son múltiples las descalificaciones de ambas partes: se acusa de claudicación, traición, ingenuidad y tibieza, por un lado; y de protagonismo, sectarismo, alarmismo y radicalismo, por el otro. Asimismo, se denuncian intereses ocultos, fanatismos, cooptación y cerrazón de un lado y del otro…Pareciera que las dos posiciones centrales del debate parten, de manera general, de si se tiene simpatía o aversión con AMLO y la 4T, es decir, quienes tienen cierto grado de afinidad con el presidente confían en que se está desmantelando la planta, mientras que quienes rechazan o se oponen a López Obrador y su gobierno afirman que no se está desmantelando y que, por el contrario, su construcción continúa.[1]

Boleta de la Consulta Popular

Esta contradicción y agudización de las posiciones, es ilustrativa de lo que está sucediendo a nivel nacional entre los movimientos sociales y populares, una parte acusa de continuismo neoliberal al gobierno de AMLO y la otra engrandece las acciones de la 4t de manera acrítica.

Sin embargo, para nosotros los militantes de la LCI (que hemos mantenido la continuidad de la OPT en Baja California), nos parece que el debate debería ir más allá, en el sentido de mantener una posición independiente, orientada a satisfacer los intereses de la clase trabajadora y de la nación.

Para nosotros el triunfo en la consulta de marzo se trató de algo histórico dado que fue una expresión de soberanía popular, corolario de tres años continuos de movilizaciones. El resultado de la consulta fue una derrota para los corruptos políticos locales, puso en jaque un proyecto trasnacional de saqueo y colocó en una clara disyuntiva al gobierno mexicano, entre avalar lo expresado en las urnas o la construcción de la planta.

Pero esta victoria no fue capitalizada por la clase trabajadora o el movimiento popular por la ausencia de la independencia política de clase y de una organización que la exprese de manera orgánica, para nosotros esto es lo que ha llevado a la actual situación de desmoralización, encono en las posiciones y descomposición de los movimientos de Resistencias.

Sin independencia de clase las Resistencias avanzan a su descomposición

Como bien opina Iván Martínez, los activistas y organizaciones defensoras del agua han girado alrededor de lo que haga o deje de hacer el presidente (y su partido MORENA). Esto se vio bien claro con el accionar de los principales líderes de las “resistencias” ante las elecciones.

Rigoberto Campos, líder de las movilizaciones en defensa del agua postulado para Diputado por el PES en 2021

De entre quienes denunciaban la inacción del gobierno estatal y federal, se presentaron dos políticas, una opción fue presentarse en las elecciones contra MORENA, aliados de los partidos de la extrema derecha como el PES y de candidatos mafiosos como Hank Roon, mientras que otros tomaron la política del abstencionismo a ultranza sin presentar una alternativa a los trabajadores y dejando en la arena de la burguesía la salida de la CB.

Por otro lado, para quienes apoyan acríticamente al presidente, la opción fue dejar de convocar a luchar y estigmatizar toda crítica. Buscaron candidaturas por MORENA y al serles negadas (acaparadas por la vieja oligarquía de políticos prianistas ahora con chaleco guinda), llamaron votar MORENA parejo, para ¡apoyar al presidente! (sic).

Araceli Piña líder de las Resistencias Unidas, en una manifestación frente a a la sede de MORENA, llamando a votar por ese partido a pesar de las imposiciones

La única voz que desentonó fue la del candidato a gobernador de la OPT sin registro Marco Rojo quien retomó la consigna de expropiación de los terrenos y de la planta CB, para hacer valer el mandato popular de la Consulta.

La consigna de expropiación no fue retomada por los colectivos, principalmente porque es una demanda que implica el cuestionamiento de la propiedad privada y de los tratados comerciales como el T MEC, porque su ejecución pondría en aprietos a los gobiernos burgueses (por más progresistas que estos fueran), pero al mismo tiempo por la naturaleza de las direcciones de los movimientos de resistencia, propietarios de tierras, empresarios medios y direcciones pequeñoburguesas.

Hoy es claro que, la expropiación de los terrenos y las instalaciones, por causa de utilidad pública, para desarrollar un proyecto en beneficio de los mexicalenses, es la única garantía al 100% de salida de la CB.

¿Se va o no se va?

Sobre la cuestión concreta de si la CB se retira o no, Iván Martínez documenta en su artículo que los ejecutivos de la CB han frenado la obra y apuestan a llevarla al sureste del país.

En clara respuesta a las movilizaciones, a las declaraciones de los activistas de Mexicali Resiste, la CB giro un boletín de prensa que fue retomado por los principales medios nacionales. El Financiero, La Jornada, Milenio, El Informador, CNN, Zeta y El Universal, publicaron el 6 de enero la misma información: «Después de la cancelación de la planta en Mexicali, se construirá una nueva en Veracruz”

Sin embargo, para nosotros queda claro que no hay que bajar las banderas, porque no habrá seguridad de que el proyecto se cancele sino hasta que los terrenos e infraestructura dejen de estar en manos de la CB y pasen al dominio público.

Como expresamos en números anteriores de Transición los mensajes de la CB a sus accionistas han sido ambiguos y habría que tomar nota de la estrategia que los empresarios nacionales han ejecutado en relación a otros proyectos como el aeropuerto de Texcoco, donde se han amparado, o puesto en suspenso sus planes, esperando que el próximo gobierno federal les permita llevarlos a cabo. Si como clase trabajadora debemos admirar algo a la burguesía es el pragmatismo para llevar adelante sus planes, independientemente de las circunstancias. (Podría darse el caso de que a la cuenta de unos años la CB no tenga una fábrica más sino tal
vez dos).

Pero hay otro elemento que debemos poner a la discusión y tiene que ver con la cuestión de fondo.

¿Basta con que la CB se vaya de Mexicali?

 Los mensajes de jubiló por la salida de la CB de Mexicali, no se han hecho esperar, en su mayoría van acompañados por el beneplácito de que no se perderá la inversión y de que se logró que la planta se instale en otro lugar donde sí “hay agua”, se toma como un éxito más de la 4T. Estas reacciones se pueden esperar de cualquier ciudadano despolitizado, pero en voz de quienes se dicen defensores del agua y líderes sociales ¡son reprochables!

La OPT de BC, se ha posicionado desde su fundación en contra de la privatización del agua y del saqueo de los recursos naturales, nos sumamos a las movilizaciones desde finales de 2016 en esa perspectiva, dentro de la cual el rechazo a la CB venia incluido.

Para nosotros no solo se trataba de garantizar el derecho al agua para toda la población de Mexicali y Baja California, no solo se trataba de luchar contra un gobierno corrupto, ni de acompañar a los campesinos en la defensa de su acceso al agua, sino de fondo estaba la lucha contra una política global de saqueo impulsada por el sistema capitalista para prolongar de manera mafiosa su existencia que se materializaba de manera cruda en nuestra región, con el intento de monopolizar el agua en una zona desértica.

Durante décadas la política de libre mercado, no ha sido más que la presión para que se permita la libre explotación de mano de obra barata y el saqueo de recursos naturales, todos los tratados y pactos que se han firmado tienen por finalidad llevarlo a cabo, todos los gobiernos impuestos tienen por misión garantizarlo.

Esto es así porque en su decadencia y descomposición el sistema capitalista se vale de toda forma de robo y de explotación. En el caso del saqueo de recursos, como el agua, se trata de una forma de lo que Marx describió como Acumulación Originaria de Capital[2] que no es más que el robo simple para el beneficio de una minoría que se enriquece sin pagar nada o casi nada a cambio.

Estamos viviendo en Mexicali, lo que en muchas partes de ha vivido históricamente, para ejemplificar recordemos que el propio Marx explica que en Inglaterra durante el siglo XVI, los burgueses modificaron las leyes para apoderarse de las tierras sin pagar nada a cambio, convirtieron los terrenos en propiedad privada, expulsaron a sus moradores y los enviaron a las ciudades para explotarlos en las fábricas (así surgió el proletariado moderno), en este lado del globo, las potencias europeas, llegaron a América y se llevaron el oro y la plata, sin pagar nada a cambio, dejando a su paso las enfermedades y la muerte; la esclavitud de la población africana es otro ejemplo cruel de acumulación originaria, millones de personas arrancadas de sus pueblos para ser llevado a trabajar hasta la muerte sin pago alguno.

Estas acciones también se desarrollan contemporáneamente, el método de la acumulación originaria no es cosa del pasado es recurrente en el modo de accionar de las grandes trasnacionales. El geógrafo Marxista David Harvey lo ha denominado Acumulación por desposesión basada en la privatización de empresas, servicios públicos y recursos.

En algunas ocasiones este saqueo parte de apoderarse de algo común que es considerado de acceso público, para después transformarlo en propiedad privada y en una mercancía, esto en algún momento paso con la tierra, los bosques, las montañas, con el oro y el petróleo, y hoy sucede con el agua.

El agua que hasta hace poco la considerábamos como un recurso público propiedad de todos y en resguardo de la nación ha comenzado a privatizase en todos los sentidos, desde su fuente originaria hasta los servicios públicos de agua y drenaje. El agua que hasta hace 30 años era impensable que se consumiera embotellada de manera masiva.

Dada la contaminación y las formas anárquicas de producción, el agua se convierte cada día mas en una mercancía de alta rentabilidad codiciada por las grandes trasnacionales. En México el proceso de privatización va muy avanzado especialmente en el sureste donde Coca Cola y Bonafont han obtenido grandes concesiones de parte de los gobiernos trasnacionales, la instalación de la CB y otras plantas cerveceras se engloba en esta disputa global por las fuentes de agua.

Colectivos como “Agua para todos” denuncian que en México existe una “Mafia del poder Hídrico”, una red de interés por este mercado que está compuesta por políticos de todos los partidos y niveles, jueces y funcionarios públicos, que actúan en contubernio con los grandes empresarios para facilitar terrenos, permisos y concesiones (como sucedió en Mexicali).

Es contra esa mafia con la que se está luchando, ese grupo que representa los intereses de los grandes dueños de este mundo en nuestro país y nuestra localidad. Por ello es que la lucha en Mexicali tuvo una repercusión no solo local sino nacional e internacional.

Por lo tanto, el celebrar que la CB se vaya a otro lugar a saquear es totalmente inconsecuente, con el espíritu de nuestra causa, eso expresa una visión muy estrecha de la lucha y un sentimiento, regionalista y hasta chovinista.

Por el contrario, si es cierto que la planta se va de Mexicali nuestro deber es estrechar lazos con la población de Veracruz para ayudarlos a expulsar a esta empresa saqueadora. Es nuestra labor mantener la lucha en defensa del agua y que esta sea dirigida para el beneficio de la clase trabajadora y de la nación.


[1] Ver: Iván Martínez Zazueta, ¿Se está desmantelando o se sigue construyendo la planta de Constellation Brands en Mexicali? En: https://geografiaseptentrional.wordpress.com/2022/01/04/se-esta-desmantelando-o-se-sigue-construyendo-la-planta-de-constellation-brands-en-mexicali/

[2] Ver C. Marx, EL CAPITAL, Capitulo XXIV La llamada acumulación  originaria en https://flacsoandes.edu.ec/sites/default/files/agora/files/1310675433.lflacso_1867_02_marx.pdf

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