El 22 de enero tuvo lugar la primera reunión preparatoria de la conferencia mundial contra la guerra y la explotación, por la Internacional Obrera (Paris, del 29 al 30 de octubre 2022) y de la conferencia internacional de mujeres trabajadoras. Participaron veinte militantes de varios Estados (Chiapas, Sinaloa, Guanajuato, Sonora y Baja California), representando a diferentes sectores del movimiento obrero: trabajadores petroleros, profesores, jornaleros agrícolas, miembros de la Organización Política del Pueblo y de los Trabajadores, de la Liga Comunista Internacionalista, etc. Una militante de Guatemala participó igualmente.
En la reunión se habló sobre el origen de la conferencia mundial: la actualidad del combate por la internacional obrera, como continuidad del movimiento obrero desde el siglo XIX para reagrupar a los trabajadores de todos los países contra el enemigo común, la clase capitalista. “Más de un siglo y medio nos separa de esa época, pero el slogan de Marx: “¡Proletarios de todos los países, únanse!” es más cierto hoy que nunca dadas las condiciones en las que vivimos en el siglo XXI”, indicó un militante. En la discusión fueron evocadas las amenazas de guerra, en particular en la frontera ucranio-rusa, el levantamiento popular en Kazakstán y la presión del imperialismo contra China, Palestina, Siria, Cuba y Venezuela.
Muchos militantes insistieron sobre los estragos de la pandemia en la clase obrera, debidos a la destrucción de los servicios de salud, y al rechazo de los grandes países imperialistas por suministrar vacunas a países como México. La pandemia sirvió igualmente de pretexto para acelerar los planes de privatización, de despidos y de restructuración. Fue puesta sobre la mesa la cuestión del drama de los trabajadores forzados a migrar con caravanas de refugiados que atraviesan el país y que vienen de América central y de Haití. Muchos militantes insistieron sobre las cuestiones de la lucha de clases en México. La renacionalización del agua y de los recursos energéticos por las que luchan los trabajadores mexicanos son cuestiones de alcance internacional. Muchos militantes evocaron los combates por la democracia sindical en las organizaciones (en particular en el sindicato de los trabajadores petroleros, controlado por una burocracia integrada al Estado), la lucha de los jornaleros agrícolas y la victoria reciente de los trabajadores de la fábrica General Motors en Silao, quienes impusieron el reconocimiento de su sindicato independiente. Dado el lugar del combate de las mujeres trabajadoras en México, se decidió hacer de manera que se asegure el éxito de la conferencia internacional de mujeres trabajadoras.
La reunión se concluyó con la decisión de enviar a tres delegados de México a la conferencia mundial (y a la conferencia de las mujeres trabajadoras), llevar a cabo una campaña financiera, y organizar una reunión en Guatemala para preparar la conferencia mundial.