El pasado 19 de enero millones de trabajadores franceses realizaron una jornada de huelga general y salieron a las calles demandando el retiro reforma a las pensiones, presentado por el Presiente Macron, que entre otras medidas busca aumentar la edad de jubilación.
A continuación reproducimos la editorial del Periódico Tribuna de los Trabajadores (374 25 de enero de 2023), prensa del Partido Obrero Independiente Democrático.
——

Todo se concentra en la lucha de clases
Daniel Gluckstein
A cinco días del repunte de millones de manifestantes en las calles, el vicepresidente del Medef, Patrick Martin, se muestra preocupado: “El debate deriva hacia un pro o anti Macron. Entendemos su miedo: en tal referéndum, el “anti-Macron” podría ganar.
Macron está aislado. Aislado ante una opinión pública cada vez más opuesta a su reforma y a favor de la huelga. Incluso comienza a aislarse de su propia base social. Ciertamente, los capitalistas están a favor del ataque a las pensiones de los trabajadores. Pero no hasta el punto de dejar que Macron empuje al país por el camino de la revolución.
Pero Macron multiplica las provocaciones. En una semana anunció 413.000 millones de euros para la ley de programación militar y 290.000 millones ofrecidos a los patrones para la «descarbonización». Finge llorar la miseria por unos miles de millones «faltantes» -pura mentira- a los planes de pensiones y repite que, por ello, mantendrá a toda costa su proyecto. No es de extrañar que la gente esté cada vez más convencida de que este gobierno les miente todo el tiempo.
Si persiste, Macron transformará lo que ya es una crisis social en una crisis de régimen. En las manifestaciones escuchamos esta pregunta: si Macron se niega a retirar su reforma, ¿qué medios nos quedarán, sino imponer la retirada del propio Macron?
Macron pide ayuda. Propone que “el gobierno con los parlamentarios (…) puedan trabajar el texto y ajustarlo”. El truco es grosero. Todo el mundo sabe que ya ha sacado de la bolsa los artículos 49-3 y 47-1 de la Constitución. Y que estos artículos le garantizan aprobar su ley dentro de los próximos cincuenta días, pase lo que pase en la Asamblea Nacional.
Salvo que…
Todo se concentra en la lucha de clases. Un día de huelgas y manifestaciones sacudió al régimen. La organización del paro masivo lo obligará a dar marcha atrás o irse.
Los parlamentarios de “izquierda” que apoyan la movilización de trabajadores y jóvenes harían bien en no caer en la trampa que les tendió Macron. “Enmendar” este proyecto solo serviría para darle una apariencia de democracia a este golpe. Por eso, en solidaridad con los huelguistas y los manifestantes, los diputados de NUPES(1) deberían renunciar a ello. Y simplemente, negarse a sentarse en la Asamblea mientras el gobierno no haya cedido.
El mandato del 19 de enero es claro: retirada total del plan de Macron-Borne. El respeto de este mandato plantea la cuestión de la huelga general. Si el gobierno persiste, ¿las centrales sindicales que han convocado para el 19 y 31 de enero tendrán otra opción, para hacerlo ceder, que llamar a la unidad para el bloqueo del país?
Cuanto más se aferra Macron a su contrarreforma, más surge la cuestión del poder.
“¡Que se vaya con su reforma! puede, mañana, convertirse en la consigna de millones y millones de mujeres y hombres movilizados en huelgas y manifestaciones
1.- Coalición Nueva Unión Popular Ecologista y Social, integrada por la Francia Insumisa, el Partido Socialista, el Partido Comunista Francés, Europa Ecología Los Verdes.