Enviando armamento pesado a Ucrania, los gobiernos de la OTAN hacen suya la responsabilidad de la escalada. Los trabajadores y los pueblos de Ucrania, de Rusia y del mundo no tienen ningún interés en esta guerra.

    La OTAN hace entrega de armas pesadas: un giro estratégico.

   En los Estados Unidos y en Europa los gobiernos prometen entregar decenas de tanques. ¿Qué se está preparando? Preguntas y respuestas.

¿Quién decidió enviar armas pesadas a Ucrania?

   Desde hace meses, Zelensky las reclama. Hasta este momento, la administración norteamericana vacilaba el tomar esa decisión. Pero fue tomada en el curso de la reunión de la OTAN del 13 de enero.

   ¿Cuál es la razón de este giro?

   El secretario general de la OTAN afirma que esos tanques pesados van a ayudar a “Ucrania (…) a vencer” a Rusia. El gobierno de Zelensky quiere tanques alemanes Leopard, ya que su “efecto sería “significativo” en los campos de batalla frente a los rusos”, afirman los especialistas militares (Les Echos del 25 de enero).

   Ya no se trata, oficialmente, de “defender” a Ucrania, sino de infligir una derrota a Rusia.

¿Qué dice el régimen de Putin?

   Su embajador en Berlín declara que esas entregas van a “llevar el conflicto hacia un nuevo nivel de confrontación”.

    La guerra ya provocó cientos de miles de víctimas. Un “nuevo nivel de confrontación” es un conflicto mundial abierto entre la OTAN y Rusia, ya que ambas poseen armas nucleares.

   ¿Por qué el gobierno alemán vaciló en un primer momento?

   Por “la fuerza de la corriente pacifista”, responde el Figaro del 26 de enero. El juramento de 1945: “La guerra, ¡nunca más!” permanece viva en la conciencia del pueblo alemán. Sin embargo, el acuerdo del gobierno Scholz era necesario para que Alemania proporcione sus tanques Leopard y para que ella autorice a quince gobiernos europeos que los poseen de entregarlos a Ucrania. Bajo la presión de Biden, Scholz cedió.

   ¿Quién va a proporcionar los tanques pesados?

    Los gobiernos de Alemania (social-demócratas, Verdes, liberales), de Polonia (muy derechista), de Finlandia (social-demócratas, “izquierdas” y ecologistas), de Noruega (derecha), de Portugal (PS), y de España (PS, PC y Podemos) prometieron decenas de tanques Leopard. Biden contribuirá con 31 tanques Abrams (utilizados durante la guerra de Irak) y el gobierno británico con 14 tanques Challenger 2.

   ¿Y Macron?

   La decisión será tomada “en los días que vienen”, dice su ministro del ejército. “El único problema es que los ucranianos nos hacen otras demandas diferentes al tanque Leclerc” de fabricación francesa… En ese asunto como en muchos otros, los capitalistas franceses se quedan muy atrás de sus concurrentes norteamericanos y alemanes. Pero Macron, como buen soldadito de la OTAN, podría proporcionar “equipos que tienen que ver con la artillería y el anti-aéreo”, escribe Le Figaro del 26 de febrero.

   ¿Quién va a pagar el precio de este giro estratégico?

   El pueblo ucraniano, quien sufre la guerra. Y el pueblo ruso, ya que Putin se apresta a decretar una nueva movilización de cientos de miles de rusos, utilizados como “carne de cañón”. Y los trabajadores y los pueblos de todos los países de la OTAN, quienes pagarán los miles de millones suplementarios que alimentan la marcha hacia la guerra mundial. Una sola consigna está conforme a la paz entre los pueblos: ¡ni un centavo, una sola arma para la guerra en Ucrania!

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Dominique Ferré