Así pues, Trump y Macron se encontraron, para presidir juntos el desfile militar tradicional del 14 de julio.
La fiesta nacional en Francia, supuestamente para conmemorar el 14 de julio de 1789, la toma de la Bastilla – símbolo de la arbitraria monarquía y de la opresión – por el pueblo en revolución, fue por lo tanto presidida por ese que pretende construir el “Muro de la vergüenza” en al frontera mexicana y el “monarca sin corona” de la V República francesa, que acaba de hacer votar, con la Ley Collomb (*) el Estado de emergencia permanente, reino de lo arbitrario.
Se trata bien de una Santa alianza de la reacción y de los creadores de guerra y de explotación que presidía el desfile militar en la avenida de los Campos Elíseos este 14 de julio.
¡Creadores de guerra!, Trump y Macron cuyas tropas participan en las ingerencias, las guerras y las ocupaciones sangrientas contra las naciones oprimidas y los pueblos en Afganistán, Iraq, Siria, Libia, Malí, Haití.
¡Creadores de guerra!, Trump y Macron cuyos buques de guerra navegan a lo largo de las costas de Correa, participando en una peligrosa escalada militar contra Corea y China.
¡Creadores de guerra!, Trump y Macron que no cesan de multiplicar las declaraciones belicosas contra Irán, con los mismos pretendidos “argumentos” que precedieron, en 2003, la guerra contra Iraq.
¡Creadores de guerra! Trump y Macron cuyos gobiernos, como sus predecesores, apoyan el embargo criminal de la banda de Gaza, en vigor desde hace diez años. Por cierto, Macron recibió dos días después a Netanyahu, el fiel aliado de Trump.
Sobre la avenida de Campos Elíseos, Trump y Macron – durante el desfile – aplaudieron con gran satisfacción a las tropas que participan en Iraq y en Afganistán. En el mismo momento en que Mattis, Secretario norteamericano a la Defensa, anunciaba el envió de 5 000 hombres suplementarios a Afganistán mientras que Stephen Townsend, Teniente General, jefe de las fuerzas de coalición en Iraq, anuncia el regreso de las tropas norteamericanas permanentes en Iraq. En el momento en que Macron anuncia un nuevo despliegue de tropas francesas en Sahel.
Trump puede tanto más presumir que él obtuvo de Macron y de los gobiernos europeos miembros de la OTAN que todos acepten aumentar sus presupuestos militares de 2% del PIB para continuar con más guerras e intervenciones militares.
¡Y esto en el momento en que en los Estados Unidos se anuncia que por lo menos 2 000 miles de millones de dólares han sido gastados desde el 11 de septiembre de 2001, por las guerras realizadas contra los pueblos por los gobiernos de Bush, Obama y Trump! 2 000 miles de millones de dólares de los cuales por lo menos 841 millones de dólares para la sangrienta ocupación de Afganistán.
Miles de millones de dólares y de euros que, en los Estados Unidos como en Francia, son desvalijados del presupuesto del Estado y de los servicios públicos por Trump y Macron. Pues en el sistema capitalista en crisis y en descomposición, guerra y explotación están estrechamente imbricadas, tal como lo subraya el Manifiesto de Mumbai contra la guerra, la explotación y el trabajo precario (20 de noviembre de 2016): “en todos los continentes, la guerra se propaga sin cesar, la explotación se agrava y el trabajo precario se generaliza cada vez más”.
Estos dos representantes del capital financiero que son Trump y Macron no solamente están comprometidos –como lo dicen los militantes obreros en los Estados Unidos- “en una guerra en el exterior”, sino también en una verdadera “guerra en el interior” contra su propia clase obrera.
Mientras que Trump trata de generalizar el programa “Right to work” que tiene el objetivo de eliminar a las organizaciones sindicales de las empresas para imponer un “costo del trabajo” del nivel del de las maquiladoras mexicanas (**) Macron ha emprendido con sus decretos una ofensiva de desmantelamiento del Código del Trabajo, generalizando los acuerdos de empresa de los que él quiere excluir a las organizaciones sindicales.
Mientras que Trump y su gobierno de millonarios –entre los cuales los representantes de las compañías de seguros privados que anuncian orgullosamente que van a desmantelar Medicaid y privar a 23 millones de norteamericanos de toda atención médica, Macron anuncia que él va poner una mina al salario diferido, que esta a la base de la Seguridad Social arrancada por los trabajadores en 1945. Más allá de la salud, son todos los servicios públicos que Trump y Macron quieren liquidar y privatizar, empezando por la instrucción.
Mientras que Trump multiplica los “decretos anti inmigración” y agrava la cacería a los sin papeles provenientes de México y de América Central lanzada por Obama, Macron, de concierto con la Unión Europea, expulsa de las fronteras a esos que poniendo en peligro sus vidas huyen las guerras imperialistas y la miseria. Los dos a través de sus políticas combinan represión y tentativa de integrar a las organizaciones sindicales al Estado, cuestionando la democracia política.
Pero Trump comparte otro punto común con Macron: los dos fueron electos presidentes con menos de la mitad de los electores inscritos; los dos están a la cabeza de instituciones en crisis; los dos levantan contra sus políticas las aspiraciones de millones y millones de explotados y oprimidos.
La arrogancia de los “grandes de este mundo” que se pavoneaban este 14 de julio de 2017 en los Campos Elíseos sólo durará un tiempo. La resistencia de los trabajadores de los dos lados del Atlántico y a pesar de los obstáculos internos en el movimiento obrero, podrá, tarde o temprano acabar con esos creadores de guerra y de explotación.
Por nuestra parte, periódicos obreros independientes en los Estados Unidos y en Francia, realizamos incansablemente campaña con el Comité Obrero Internacional, con nuestros compañeros de Afganistán y de otros países agredidos por las intervenciones militares.
- Por la retirada inmediata de todas las tropas norteamericanas y francesas de los países que estas ocupan y donde ellas intervienen; Por el alto inmediato de las amenazas, sanciones, injerencias e intervenciones militares fuera de las fronteras;
- Por la confiscación de miles de millones destinados a la guerra para afectarlos a obras útiles;
- Por la retirada de todas las contrarreformas exigidas por el capital financiero y la retirada de los tratados de libre cambio y las instituciones supranacionales (TLCNA, Unión Europea, etc.)
- Por la defensa de la independencia del movimiento obrero y en particular de sus organizaciones sindicales;
- ¡Por una auténtica representación política de la clase obrera y de los oprimidos, por la Internacional Obrera!
14 de julio de 2017
(*) Ley Collomb del nombre del ministro del Interior francés –ndlt
(**) Maquiladoras mexicanas: empresas subcontratantes en México