Apreciados compañeros, ¡Saludos militantes!
Debo relatarles brevemente la historia de la Jornada nacional de las mujeres. El
dictador Zia ul Haq había titulado las leyes llamadas Charia dirigidas contra las mujeres
y también contra todas las capas oprimidas de la sociedad. Hubo manifestaciones convocadas por las organizaciones de mujeres trabajadoras y los sindicatos el 12 de febrero de 1983 para oponerse a la aplicación de estas leyes llamadas Charia en Pakistán.
Consideramos esta jornada como una de las más sombrías de la historia de Pakistán. Las
fuerzas de policía lanzaron granadas lacrimógenas, atacaron a los manifestantes golpeándolos con cachiporras y haciéndolos subir a sus camiones. La APTUF había tomado la audaz decisión de participar en esta manifestación contra el régimen de Zia ul
Haq. Centenares de hombres y mujeres habían participado en esta manifestación.
Quiero decirles que nosotros, las mujeres trabajadoras y los militantes recordamos esa
sombría jornada de la historia de Pakistán cuando el dictador Zia ul Haq introdujo estas
leyes llamadas Charia. Aún recordamos lo que debimos padecer cuando atacó los derechos sindicales, cuando pisoteo los derechos políticos de la clase obrera y del pueblo
paquistaní, cuando despidió a las trabajadoras y los trabajadores debido a su actividad
sindical o de defensa de los derechos humanos.
Todavía recordamos el entusiasmo de las mujeres en las manifestaciones. Incluso ya
heridas no retrocedían frente a las brutales cargas de la policía y las granadas lacrimó-
genas lanzadas contra los manifestantes.
Recordamos a un poeta progresista, Habib Jalib, que fue brutalmente golpeado durante
la manifestación de protesta en Mall Road.
Al llamado de las organizaciones de mujeres y de los sindicatos, miles de hombres y
mujeres participaron en esta manifestación.
Se inició en la Suprema Corte de Lahore y terminó frente al Parlamento de Pendjab.
Coreamos una consigna contra el régimen dictatorial de Zia:
¡“Queremos la democracia, no a la dictadura”!
En Pakistán el sistema patriarcal y feudal hace todo lo que puede para oprimir a las
mujeres. En la industria de la confección, se incremente la explotación de las mujeres.
Ellas son contratadas en empleos precarios o por subcontratistas y se ven negar todos los derechos elementales previstos en el Código del Trabajo. No tienen certificado de contrato, ni derecho a formar un sindicato y además los sindicatos se niegan a considerar que los derechos del hombre sean también aplicados a las mujeres.
Nosotros, todas las mujeres y todos los hombres, obramos con energía para apoyar a
las mujeres víctimas de la violencia y del hostigamiento sexual en la casa y en lugar
del trabajo, de la misma manera a las mujeres a las que se les niega el derecho fundamental de formar un sindicato.
Sí, el camino es largo, la tarea difícil, pero gracias a la acción colectiva, a la lucha
de las organizaciones de las mujeres, de los sindicatos, de los colegas hombres, hemos
obtenido conquistas como la ley contra el hostigamiento sexual y la violencia conyugal.
Igualmente, nos comprometemos a trabajar juntos y a oponernos a las brutalidades, a
las violaciones y asesinatos de los que son víctimas las jovencitas y las mujeres, a aportar
nuestro apoyo moral y ánimo a todas las mujeres trabajadoras que en Pakistán deben
padecer la violencia en sus hogares y en sus lugares de trabajo.
Rubina Jamil General Secretary, APTUF,
Muhamad Anwer, President, APTUF,
14- N, Industrial Area, Gulberg II, Lahore
Email:aptuf16@yahoo.com