Camaradas,
La clase obrera y los pueblos de todo el mundo se enfrentan a las graves consecuencias de la crisis capitalista y de sus planes. El T-MEC, como su acuerdo predecesor – TLCAN — NAFTA 1.0, entre Estados Unidos, Canadá y México, es parte del intento del imperialismo de EE.UU. de superar la crisis económica que lo está sacudiendo y que está golpeando el mercado mundial en su conjunto.
El acuerdo «une» a tres países capitalistas con estructuras económicas diferentes: los Estados Unidos son hoy el imperialismo más poderoso, la burguesía canadiense tiene acceso al mercado mundial a través de la clase capitalista de los EE.UU., mientras que México es un país dominado por el imperialismo estadounidense. La burguesía estadounidense se ha beneficiado de la aplicación del TLCAN en un proceso de aumento de la subordinación económica de Canadá y México al capital financiero estadounidense.
Es asi que el Presidente Trump decidió que el TLCAN era injusto y que era necesario un nuevo acuerdo. De hecho, el nuevo acuerdo es una amplificación del ataque del imperialismo estadounidense contra la clase obrera y el pueblo de Canadá y México, ¡ya socavado y destrozado por el TLCAN!
Es en este contexto que la administración Trump ha aumentado los aranceles en un 25% para el acero y un 10% para el aluminio de Canadá importado a los Estados Unidos. Recuerden que para la madera canadiense, los Estados Unidos aumentó unilateralmente el impuesto fronterizo, o arancel, en un 27% en 2017. Muchos otros recargos conciernen a productos de consumo común como el yogur, frutas y verduras, mostaza, mayonesa, chocolate, cortadoras de césped…
Este acuerdo de T-MEC había sido ratificado por México y Estados Unidos. El Parlamento Canadiense lo ratificó el 13 de marzo de 2020, y entró en vigor el 1 de julio de 2020.
Camaradas,
La administración estadounidense persiste y señala que los aranceles y los impuestos fronterizos seguirán en vigor ya que se trata de una cuestión de «seguridad nacional». En aplicación del T-MEC, el gobierno federal canadiense ha ofrecido miles de millones de dólares a las industrias del acero y el aluminio. Además, debido a que el nuevo acuerdo de libre comercio exige una afluencia masiva de productos lácteos de EE.UU. en Canadá, los productores de leche de Quebec reciben grandes regalos como compensación. Frente al acuerdo y a la pandemia de Covid-19, los patrones han recibido enormes sumas de dinero de rescate en nombre de la «estimulación de la economía», pero a la vez se anuncian despidos masivos en estos sectores: Transat, sector hotelero, restauración, turismo, comercio minorista, aeronáutica…
Movilizarse contra el T-MEC en los tres países es una necesidad para los intereses de la clase obrera y los pueblos. Por lo tanto, es urgente emprender una campaña trinacional para detener este acuerdo antiobrero y antipopular.
El T-MEC no es negociable ni modificable. Debe ser abolido. Es con este fin que los trabajadores en su conjunto y sus sindicatos deben avanzar.
Unirse en una campaña trinacional (con los Estados Unidos y México) para terminar este Acuerdo es una tarea urgente para los sindicatos de Canadá.