Después del “video-mitin” del POID, “¿No se puede, o no se quiere?” La discusión comienza.
El 7de noviembre, el POID organizó un mitin en video-conferencia en el cual participaron más de 4,500 trabajadoras, trabajadores, jóvenes y militantes. Se concluyó con la intervención de Daniel Gluckstein quien señaló la responsabilidad de los dirigentes que se dicen de izquierda y que rechazan con romper con los capitalistas de Macron (voto unánime del 19 de marzo en la Asamblea nacional, rechazo a llamar a la requisición de los 560,000 millones de euros ofrecidos a los bancos para satisfacer las necesidades de la población). “No se puede, se nos dice, sacar del piso a los hospitales, a los salones de clase, no se puede reclutar… ¿No se puede, o no se quiere?, se interrogaba él. Un llamado a unirse al POID fue lanzado. Fue escuchado, como lo testimonian los intercambios y las primeras adhesiones a la salida del mitin.
En Seine-Maritime, una camarada relata: “Nos encontramos con un amigo para ver el mitin. Al final, su compañera se une a nosotros y nos pregunta: “Entonces, ¿qué dijeron?”. Él responde: “Con los 560,000 millones que han sido entregados a los bancos, ¡se podrían hacer muchas cosas para arreglar los problemas!” Se hace un cálculo: “Si das 1000 euros por mes a un estudiante, contemos que con los recargos eso resulte en 10,000 euros por seis meses. Con mil millones, puedes pagarles a 100,000 estudiantes durante seis meses esos 1000 euros por mes. Se les podría pedir a los estudiantes en maestría el ir a ayudar a los profesores en las secundarias.” Un participante objeta: “Quizá los profesores no estarían contentos que los estudiantes sean considerados como profesores en tanto que no tienen un diploma que lo certifique.” Al instante el camarada le responde: “Francamente, en vista del caos imperante, si le propones a un profesor tener auxiliares para hacer grupos de 3 o 4 alumnos, en clase o a domicilio, ¡estoy seguro que estaría de acuerdo!
En Seine Saint-Denis, dos participantes son entusiastas y convencidas por las soluciones propuestas por el partido. La primera explica: “Al lado de mi casa, hay un gimnasio vacío. Podría ser requisicionado para recibir alumnos”. La segunda reflexiona: “Cerca de mi casa, tenemos un módulo de recepción que cerró porque el personal tuvo que reforzar al equipo de la guardería, los locales están vacíos desde hace más de seis meses.”
La situación de las mujeres trabajadoras dejó su sello entre los participantes: “Estuve conmovida por la participación de las mujeres, en particular de Isabel, ayudante en domicilios y auxiliar en el Lido. Esa es la verdadera vida.”
Numerosos participantes decidieron ayudar al combate por una política obrera, algunos se suscribieron al periódico o lo apoyaron financieramente. Un camarada de Gers indica: “Dos nuevos adherentes al POID pagaron su suscripción al periódico por cuatro meses”. Otros abonaron a la suscripción de La TT. Otros también decidieron unirse al POID. Una participante de Paris transmite este mensaje al militante que la invitó: “He visto todo y te agradezco mucho. Me gustaría adherir al POID ya que estoy muy interesada. Lo único es que no hablo ni escribo bien el francés”. No hay duda que los militantes del POID ayudarán a esta camarada a encontrar su lugar en el seno del partido. En el Val-d´Oise, una madre de familia se adhiere: “Ella lo hizo ya que está contra la decisión de Blanquer (ministro de la educación, ndlt) y de Macron por sacrificar a la nueva generación. Una de sus hijas está en secundaria. Le gustaron los tres comunicados del comité local del POID por la defensa de los locatarios comprometidos en una batalla contra el alza exorbitante de los cargos financieros.”