Articulo extraído de Tribuna de los Trabajadores 271

Tres preguntas al doctor Paul Robel.
Macron (Presidente de Francia NTD) toma como pretexto las inquietudes en relación a las vacunas para intentar enmascarar el hecho de que su gobierno no ha organizado las condiciones de una aplicación de vacunas exitosa. Es normal que sea planteada la cuestión de la seguridad de las vacunas lanzadas al mercado, en la medida en que lo hicieron por demás rápido. Preguntamos al doctor Paul Robel sobre las cuestiones que más comúnmente se plantean en relación a esto.
Con las vacunas de ARN, ¿podemos temer un efecto sobre nuestros genes?
En ningún caso. Hay diferentes especies de ARN con funciones diferentes. En la vacunase utiliza un ARN-mensajero (ARNm). Éste último, una vez inyectado, le hace fabricar a nuestras células la famosa proteína “Spike” que es la llave que le permite al SARS-CoV-2 penetrar en nuestros organismos. El sistema inmune va a reconocer y a fabricar anticuerpos que nos protegerán si entramos en contacto con el virus. No hay ninguna posibilidad para que un ARNm modifique el ADN. El temor mayor que hay que tener con las vacunas, que necesitan una conservación a muy baja temperatura, es una ruptura en la cadena de frío que las haría ineficaces.
¿Existen efectos no deseados?
Sí, pero en su gran mayoría son benignos. Los laboratorios tardaron en publicar los resultados de sus ensayos, lo que alimenta la suspicacia. Se puede temer sobre todo un enrojecimiento y dolor en el punto de la inyección, a veces un poco de fiebre, lo que demuestra la reacción del sistema inmune. Se han notado muy raras reacciones alérgicas, no por el principio activo de la vacuna, sino por residuos de un conservador.
¿Debemos temer efectos no deseados no detectados cuando se realizaron los ensayos?
Es posible, pero ni más ni menos que cualquier otro medicamento. Podemos verlos aparecer una vez salidos al mercado, cuando un gran número de personas utilizan ese medicamento, efectos no deseados muy raros pero severos. Con muchos millones de personas vacunadas al día de hoy (3 de enero) en el mundo, se puede razonablemente descartar ese temor. La fármaco-vigilancia, extremadamente pointilleuse tratándose de todas las vacunas, quien lo confirmará con el paso del tiempo.
Otras preguntas quedan al día de hoy sin respuesta, en particular sobre la eficacia de las vacunas en la población real. ¿Pero debemos rechazar un beneficio tan grande por el temor de un pequeño riesgo?