Artículo extraído del Boletin Transicion # 37, 1 de mayo de 2023

Las Universidades del Bienestar “Benito Juárez”, son un proyecto promovido por el presidente Obrador, con la intención de proporcionar educación superior a los jóvenes de las zonas más marginadas del país, es uno de los 17 programas prioritarios del Gobierno Federal; sin embargo, a tres años de su inicio, los docentes y estudiantes se encuentran en la precariedad, esperando se cumplan las promesas de instalaciones y de estabilidad laboral.
Según la página de la UBBJ (1), al día de hoy son 145 sedes en todo el territorio nacional, ofertando 37 carreras (solo se imparte una carrera por sede). La matrícula en 2020, fue de 45,581 alumnos atendidos por 1,168 docentes.
De acuerdo con diversos artículos periodísticos y testimonios en redes sociales(2) muchas de las sedes operan en aulas rentadas o prestadas por otras instituciones (preparatorias, secundarias, municipios y alcaldías), de acuerdo con información de la Izquierda Diario: “el gobierno federal reportó que 23 sedes aún no tienen terreno y 14 se encuentran en obra negra”. (3)
A esto se suma la falta de instalaciones necesarias para las practicas correspondientes a las carreras que se ofertan.
En octubre del año pasado se registró una manifestación en Palacio Nacional por estudiantes de la carrera de Medicina Integral y Salud Comunitaria, una de las manifestantes expresaba:
“Estamos aquí solicitando presupuesto para una sede. Somos estudiantes de medicina, consideramos indispensable tomar clases de manera presencial. Necesitamos llevar a cabo prácticas en laboratorios. Necesitamos que se libere presupuesto para contratar más profesores y profesoras”. (4)
Esta protesta no es aislada, en muchos otros planteles, a lo largo del país, los estudiantes se quejan de la falta de docentes y de instalaciones. Un elemento que resaltan es la contratación de más docentes.
Hay planteles que sólo cuentan con 2 o 3 maestros. Un ejemplo concreto es la sede Magdalena Contreras en CDMX, con 117 estudiantes atendidos por ¡3 docentes!. Ahí se oferta Ingeniería Agroforestal, de acuerdo al plan de estudios (5) esta consta de 8 semestres con un total de 40 materias, con una carga semanal de 20 horas de clases en aula por cada grupo.
La lógica más elemental nos muestra que es improbable que tan solo 3 docentes carguen con este trabajo, además de que es prácticamente increíble que un solo docente cuente con la capacitación o grado de especialización para atender las necesidades de las diversas asignaturas e impartirlas con calidad, por ejemplo, dar “Análisis histórico de las políticas públicas hacia el campo mexicano” y después “Procesos químicos y bioquímicos en la agroforestería”.
Precariedad docente y despidos
Al cierre del ciclo de 2021, 200 docentes fueron despedidos, a algunos simplemente se les anunció que no se les renovaría contrato. Esta acción propició que los profesores denunciaran las condiciones bajo las cuales trabajaban en estas escuelas y demandaran al gobierno su basificación.
Muchos docentes, comprometidos con el proyecto, con altas expectativas por los objetivos planteados, postularon para trabajar desde los primeros semestres, algunos de ellos con trayectorias académicas sobresalientes como muestra este testimonio: “Así, la mayoría de las y los trabajadores despedidos contamos con estudios de posgrado, 60 % tenemos estudios de maestría, 24% estudios de doctorado y 6% pertenecemos al Sistema Nacional de Investigadores”.
Las condiciones laborales de los docentes y trabajadores son extremadamente precarias, ya que no se les da ningún derecho, ni siquiera se les reconoce como trabajadores, se les hace firmar un “convenio de servicios educativos”, donde se les cataloga como “beneficiarios sociales” de un programa de subsidios, este convenio se renueva semestralmente.
Los docentes han denunciado que la retribución económica (Salario) estipulado en estos convenios ha tardado en llegar hasta 6 meses. La retribución, en 2021, constaba de un pago por 12 mil pesos mensuales, sin retención de ISR, pero también sin derecho a la seguridad social, el INFONAVIT, la sindicalización o la creación de antigüedad. Situación que contrasta con los salarios de los funcionarios que operan el programa desde las oficinas centrales que son los únicos que disfrutan de las prestaciones de Ley.
Esta institución educativa se propone dar oportunidades educativas a jóvenes marginados, para mejorar sus condiciones de vida y las de sus comunidades, pero dando el mal ejemplo de laborar con trabajadores (personal académico y administrativo) sometidos a una gran precariedad laboral, en algunos casos con prácticas abiertamente autoritarias y neoliberales.
Un gobierno que dice luchar por mejores salarios y condiciones más dignas de trabajo, promueve una institución con prácticas laborales que violan los más mínimos derechos.
En el próximo número de Transición abordaremos la situación de otra institución educativa impulsada por este gobierno donde también se violan los derechos: Bachilleratos Deportivos.
2.- https://www.facebook.com/AsambleaUBBJ
https://www.laizquierdadiario.mx/Crece-la-inconformidad-en-las-Universidades-para-el-Bienestar
4.- https://framework-gb.cdn.gob.mx/applications/ubbj/mallas/cdmx_magdalena_contreras_iagro_2.pdf